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Un centro de rehabilitación de Paraná dejó sin cobertura al PAMI

Los pacientes de un centro de rehabilitación de Paraná quedaron sin cobertura por desavenencias del PAMI y prestadores. El corte duró un día y afectó a personas con dificultad motriz. La situación se generó por “incumplimiento” en el pago de aranceles pactados. No hay convenio firmado pero igual seguirán brindando atención después de una reunión que hubo ayer en la sede de la obra social.

Rubén González tiene la angustia pegada al cuerpo. El destino lo dejó desarmado y para continuar viviendo necesita un tratamiento de rehabilitación que sólo se puede obtener en dos centros especializados de Paraná. Uno de ellos era hasta el lunes prestador oficial del PAMI, la obra social de los jubilados, pero por una desinteligencia respecto del pago de las prestaciones, ayer los servicios quedaron cortados, y él sin poder continuar con su terapia de recuperación.

González tiene en sus manos una nota de dos párrafos, con la firma del doctor Mario Lurase, responsable del Centro Integral de Rehabilitación (CIR), que funciona en el Hospital Militar. “Debido al incumplimiento de vuestra obra social con respecto al pago de los aranceles claramente estipulados y siempre respetados por esta institución, es que nos vemos en la lamentable situación de comunicarles que a partir del día martes 27 del corriente quedarán sin las prestaciones que les brinda el CIR”, dice el texto.

El CIR es, junto al Centro de Atención Integral y Cuidados Especiales (Caice), los dos únicos institutos que en la ciudad brindan rehabilitación física, psíquica y geriátrica, pero sólo el primero es prestador del PAMI, aunque en forma irregular, según dicen las autoridades de la obra social.

Carlos Alonso, gerente de la Unidad de Gestión Local (UGL) de PAMI, afirmó ayer que el problema está en vías de solución por cuanto la obra social está en negociaciones en procura de alcanzar un acuerdo prestacional con Caice, aunque reconoció que hasta tanto ese convenio no se firme los pacientes quedarán sin cobertura, lo cual no es un dato menor en función del tipo de terapia que requieren.

Según Alonso, el CIR estaba en situación irregular como prestador por cuanto no había firmado un convenio, tal como exige el organismo, y tampoco cuenta con la habilitación que otorga la Secretaría de Salud de Entre Ríos. “Pero por excepción, empezamos a tenerlos como prestadores desde el año pasado. Ellos facturaban a través del Hospital Militar, pero desde el nivel central nos estaban exigiendo regularizar la situación. Ellos no quisieron anotarse como prestadores, pero igualmente siguieron dando cobertura porque no podíamos dejar a los pacientes sin atención”, dijo Alonso ayer, en diálogo con El Diario.

Según Alonso, entre el CIR y el PAMI “no existe un convenio prestacional firmado”, aunque igualmente la relación se mantuvo de modo de permitir la atención de 28 pacientes con dificultades motoras que se realizaban allí terapias de rehabilitación. “Nos sorprendió esta decisión que tomaron en forma apurada, sin consultarnos. Aunque frente a esta situación, en lo inmediato vamos a tratar de buscar un lugar alternativo de atención, como puede ser el Caice”, añadió.

Paradójicamente, ayer al mediodía, el gerente de Prestaciones de PAMI, Eduardo Elías, mantuvo un encuentro con los responsables de CIR tras lo cual se limaron asperezas y se garantizó la continuidad de las prestaciones. “Quedó todo arreglado, y vuelven las prestaciones en forma normal. Creo que sólo hubo un mal entendido respecto a los tiempos de pago. Desde enero rige un nuevo esquema de prestaciones, con nuevos plazos de pago, pero ahora quedó todo superado”, dijo Elías, ante la consulta periodística.

Aunque antes la evaluación que había hecho el doctor Mario Lurase, responsable del CIR, había sido otra. “Me parece que Alonso miente. Nosotros no cortamos los servicios de un día para el otro. Por lo menos en tres oportunidades mantuvimos encuentros con gente de PAMI hablando de este tema. Nosotros veníamos trabajando con pagos a 30 días, y de golpe nos encontramos con pagos a los 60 días”, señaló.

El cambio de forma de pago, aseveró, fue decidido “sin previa comunicación” lo cual le generó a la firma una complicación financiera “por cuanto tenemos gastos y compromisos que afrontar”. De todos modos, aunque el enojo duró sólo un día, y hoy se espera que las prestaciones se restituyan, es incierto el impacto que tuvo el corte en los pacientes. “En muchas personas no es conveniente quedar sin la atención ni siquiera un día. En otras, no tiene ninguna incidencia. Aunque se pierde lo que se hizo”, dijo el profesional.

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