
Argentina bajó a otro candidato, Francia, y se metió en la final del Mundial de China.
Argentina escribió otra página gloriosa en su historia deportiva al vencer a Francia por
Como ante Serbia, la Albiceleste impuso una intensidad defensiva capaz de contrarrestar la diferencia de tamaño en la pintura. Con la decisión manifiesta de no dejar jugar a Rudy Gobert bajo el aro ni a Evan Fournier y Nando de Colo en el perímetro, la ofensiva gala se topó con un obstáculo que nunca pudo sortear.
El partido
Sergio Hernández decidió comenzar el partido con su quinteto clásico: Campazzo, Brussino, Garino, Delía y Scola, y Argentina arrancó con todo: un parcial de 10-0 con siete puntos de Scola para ponerse al frente 10-2. El ingreso de Louis Labeyrie (dos triples consecutivos) fue clave para descomprimir el ataque de los franceses ante la presión del equipo de Oveja.
Campazzo, otra vez aportó en la ofensiva -cinco puntos, un tiro de tres puntos- y el ingreso de Deck -dos penetraciones- fueron importantes para que el equipo argentino se vaya al frente después del primer cuarto. Ventaja para la selección argentina, que terminó 21-18 con el valioso aporte del capitán Scola, que cerró con 10 puntos y 3 rebotes.
Francia mejoró en ofensiva en el arranque del segundo tiempo. Con la anotación de Fournier y el ingreso debajo de los tableros de Lessort, tomó ventaja 24-
En gran parte del segundo cuarto, al seleccionado se le complicó en ataque. El conjunto galo mejoró, pero Argentina cerró con un triplazo de Campazzo para irse al frente 39-32.
Para el inicio de la segunda mitad del juego, Oveja Hernández eligió a Luca Vildoza por Brussino. Y el tercer base de Argentina le pagó rápido: seis puntos, los primeros del equipo en el cuarto. Además, ayudó en defensa -generó un robo y disputó una pelota que terminó en balón para el equipo nacional-.
A falta de 5’50’’ la selección argentina sacó la máxima del partido: tomó 15 puntos de ventaja (55-40) gracias a un plan defensivo impecable, que clausuró todas las opciones en ataque de Francia y dejó en manos de Fournier, en exclusividad, la ofensiva de los europeos. Dos triples, uno de Deck y otro de Campazzo, mantuvieron la ventaja para los argentinos en el partido.
Se terminó el tercer cuarto con diferente de 12 puntos: 60-48 con una intensidad defensiva que define el ritmo del juego.
En último parcial, la selección francesa comenzó a buscar achicar la distancia con el tiro externo. Y también empezó a correr. Argentina, gracias a su carácter, se mantuvo en juego. Dos triples consecutivos de Luis Scola le dieron 15 puntos de ventaja al equipo (74-59).
Con una conducción impecable de Argentina, el equipo de Sergio Hernández le ganó de punta a punta el partido a Francia. Y alcanzó por tercera vez en su historia la final del Mundial de básquet.