
El "Santo" coronó una campaña inolvidable en la final del Reducido de la B Nacional 2015, con Bértoli como figura y Delfino como conductor.
De ANÁLISIS DIGITAL
Patronato está de fiesta. A cuatro años de su ascenso histórico a Primera División, hinchas, dirigentes y jugadores de aquella epopeya celebran la victoria que les permitió llegar al círculo de privilegio del fútbol argentino. Fue un 6 de diciembre de 2015 y ante un colmado estadio Presbítero Bartolomé Grella, cuando venció por penales a Santamarina de Tandil en la final del Reducido de la B Nacional.
Aquella tarde, como tantas otras, Sebastián Bértoli se erigió en figura al tapar el penal de Juan Gáspari y sentenciar el triunfo Rojinegro por 6 a 5, para provocar la corrida de sus compañeros hacia el arco de calle Ayacucho. En ese mismo se habían convertido los dos tantos de la victoria que le permitieron igualar la llave que había comenzado con una dura derrota (1-3) en el estadio Municipal de Tandil.
Los goles del partido habían llegado en el complemento: Matías Garrido, de magistral pegada, la colgó de un ángulo para el 1 a 0 a los 10 minutos de ese período. Después, Marcos Minetti, de cabeza y tras un córner, colocó el 2 a 0 definitivo, cuando se jugaban 28’.
“Ascendimos por el grupo, por los jugadores que tiene este plantel, porque los jugadores no se entregaron nunca. Creo que fuimos superiores que Santamarina en los dos partidos. Fuimos a los penales donde ya cuenta un poco más la fortuna. Es merecido para este grupo de jugadores que hoy me hicieron recibir como técnico. Por eso tengo palabras de agradecimiento para ellos nada más”, dijo el DT Iván Delfino, el padre de la criatura en una campaña histórica.
Aquella tarde, Patronato formó con Sebastián Bértoli; Lautaro Geminiani, Walter Andrade, Carlos Quintana y Diego Martínez; Esteban Orfano, Marcos Minetti, Marcos Quiroga, Matías Garrido; Diego Jara y Matías Quiroga. Luego ingresaron Lautaro Comas por Orfano; Leandro Becerra por Marcos Quiroga y Marcelo Guzmán por Geminiani.
Desde ese día, Patrón forma parte de Primera División. Un lugar que lucha por revalidar cada año, a pesar de las complicaciones y las limitaciones. Hoy el equipo se encuentra en zona de descenso, pero no se trata de una situación extraña a un club acostumbrado a convivir con el sufrimiento y las grandes alegrías deportivas.