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Copa Sudamericana: Vélez anotó en la última jugada y clasificó con angustia

Vélez

Vélez marcó en la última jugada y logró un agónico pasaporte a la segunda fase de la Copa Sudamericana.

Vélez Sarsfield se clasificó para la segunda fase de la Copa Sudamericana al eliminar a Aucas de Ecuador, en los 2.850 metros de altura de Quito, pese a caer por 2 a 1, sacando ventaja del crédito logrado en la ida con la victoria por 1 a 0 y la doble validez del gol de visitante, conseguido mediante un tiro penal del juvenil Thiago Almada en el quinto minuto de descuento, después de jugar casi tres cuartas partes del cotejo con un hombre de más.

Los dirigidos por el crespense Gabriel Heinze parecieron sofocados ya desde el arranque mismo del encuentro, aunque después el técnico dijera que el equipo “no sufrió los efectos de la altura”, cuando varios de sus integrantes abrían sus bocas casi con desesperación para encontrar algo de aire.

Sin embargo todo parecía encaminado para los argentinos durante esa primera etapa, ya que Aucas, que contó con los argentinos Alejandro Frezzotti, Víctor Figueroa, Alejandro Manchot y Tomás Oneto, se quedó con 10 hombres apenas superada la media hora por la doble tarjeta amarilla recibida por este último.

Por ello fue que Heinze ideó un segundo tiempo pensando en preservar las energías de sus futbolistas defendiendo la ventaja alcanzada en Buenos Aires con aquel golazo de Ricardo Centurión, pero con la necesidad de resguardar además esa ventaja numérica de futbolistas en cancha.

Y en esa idea del Gringo estuvo el error fatal que lo terminaría condicionando en esos 45 minutos finales, porque su decisión fue la de sacar al amonestado volante Gastón Giménez para poner en su lugar al fornido zaguero central uruguayo Matías De los Santos.

Eso provocó que Vélez perdiera el contralor del balón en la mitad de la cancha y ya no pudo descansar en ello, permitiendo que los locales se le vinieran encima y lo obligaran a correr hacia atrás.

Eso derivo en que la rápida apertura del marcador tras una pérdida en ataque de Almada que logró Alexander Alvarado hiciera resquebrajar la estructura ideada por Heinze, que se terminó de quebrar un cuarto de hora más tarde cuando Jairo Espinoza doblegó por segunda vez al arquero ecuatoriano Alexander Domínguez, hoy reemplazante de Lucas Hoyos, algo previsto para la competencia internacional por el cuerpo técnico.

A partir de ello entonces y contrariando todos los preceptos que refieren a la altura y los fatales últimos 20 minutos en los que no cabe más que aguantar, Vélez en cambio tuvo que prodigarse en pos de un descuento indispensable para no quedar prematuramente eliminado de la competencia.

Heinze se vio forzado también a dar un giro de 180 grados en sus decisiones y pasó a poner a un delantero como Lucas Janson por un volante como Lucas Robertone y, redoblando la apuesta, un centroatacante como Tobías Zárate, en reemplazo del un zaguero central como el peruano Luis Abram.

Y ya en el colmo de la desesperación, cuando el quinto minuto de descuento expiraba y con ello el partido, Janson quebró por derecha, el lateral Carlos Cuero se comió el amague y lo derribó, derivando en el consecuente tiro penal que Almada, el más chico de todos, terminó convirtiendo con la sapiencia de un grande, para darle la clasificación a su equipo en una acción en la que ni siquiera había rebote.

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