
El paranaense Facello tuvo minutos en cancha en la derrota de San Lorenzo ante Boca. Foto: Liga Nacional.
Boca superó este jueves en el estadio Roberto Pando de Boedo al vigente campeón San Lorenzo en el inicio del Súper 20 de la Liga Nacional de básquetbol, el torneo de pretemporada que marca el regreso del público con un aforo del 70 por ciento. En la apertura de la Conferencia Sur, el Xeneize festejó como visitante por 78-60.
Kevin Hernández y Adrián Boccia fueron los máximos anotadores del conjunto vencedor, al que le aportaron 20 puntos por cabeza. En el Ciclón, que afrontará esta temporada con un equipo joven y renovado, se destacó Matías Sandes con 14 anotaciones.
El partido
A Boca le llevó unos minutos acomodarse pero cuando pudo hacerlo demostró su calidad. Es verdad, estuvo incómodo por un rango de tiempo largo, y eso obligó a que García, inconforme con el rendimiento de los suyos, realizara ajustes en varios momentos. Y aunque San Lorenzo mostró iniciativa, cuando el Xeneize se adelantó en el marcador pasó a tener el control total del juego y no lo soltó más. Boca fue estirando ventajas paulatinamente y con su jerarquía empezó a construir su triunfazo por 78-60 en Boedo.
El juego interior de Boca fue clave y en ese apartado fue determinante Hernández. Kevin la rompió y lastimó en cada una de sus intervenciones, imparable en el uno contra uno para coronarse como una de las figuras con 20 puntos, todos en el primer tiempo. El flamante refuerzo Xeneize fue muy efectivo porque lanzó 7/9 en tiros de campo, rendidor, y demostrando que esta versión 21/22 del equipo tendrá mayor presencia dentro de la pintura. Boca siempre encontró seguridad y garantías en el pivote.
Otro factor en el elenco de Gonzalo García fue la rotación y las respuestas que encontró en el banco. Y dentro de esos nombres de relevo, la presencia del capitán Boccia fue decisiva. El rosarino se lució y a sus 39 años dejó en claro que está en inmejorables condiciones. Cada vez que pisó la cancha fue clave. Rompimientos, tiro exterior, defensa, dinámica corriendo la cancha, un líder en líneas generales que concluyó una tarea soberbia con 20 puntos (7/12 en cancha).
En la segunda unidad, los argumentos de Schattmann, Buendía y Nesbitt dieron resultados. Todos se terminaron asociando para formar ese bloque de variantes desde el banco. Y es que en definitiva, esa rotación larga fue otra de las diferencias que tuvo Boca, más allá de su desarrollo colectivo o alguna actuación individual destacada por encima del resto. Cuando el entrenador del Xeneize movió la banca y encontró respuestas en los cambios, se entró en una dinámica en la que tarde o temprano iba a hacer la diferencia.
El quiebre estuvo en el tercer cuarto, porque San Lorenzo logró sostenerse bastante durante la primera mitad, pero en el arranque del complemento se secó. El local no pudo anotar, estuvo más limitado, le costó generar situaciones claras y Boca lo fue tapando de a poco. Cuando empezaron a llegar los triples de Schattmann y Boccia, la diferencia se estiró y el equipo de García sacó un margen de 15 unidades. Ahí lo encaminó, y lo fue cerrando más allá que algún arresto o intento de San Lorenzo en el episodio final. Luego, lo terminó ganando cómodo trepando a una máxima de 23 (76-53 a tres minutos del cierre).
En el Ciclón lo mejor pasó por Sandes, con mucha presencia, sacando diferencias en el juego interior y convirtiéndose en uno de los jugadores más difíciles de leer de la noche. El ala pivote fue experiencia, ofreció garantías y dejó en claro que será un gran faro en el equipo de Castiñeira luego de terminar con 14 puntos (goleador del Azulgrana detrás de Rutenberg, de interesante partido con 12 tantos).