
Con el crespense Prediger, Tigre venció a Barracas Central y logró el retorno a la elite del fútbol argentino.
Tigre le ganó por la mínima expresión a Barracas Central, en el Estadio Florencio Sola de Banfield, por la final de la Primera Nacional. El Matador consiguió así el título de campeón y el ansiado regreso a la Primera División que había abandonado en la temporada 2019.
En el primer tiempo fue el conjunto de Diego Martínez el que marcó el dominio. En ese pasaje, Pablo Magnin intentó de afuera sin puntería y, poco después, el Guapo tuvo su chance cuando Bruno Cabrera disparó cerca. Más tarde, Cristian Zabala no pudo definir con precisión al recibir un rebote, pero tuvo revancha a los 42 minutos: aprovechó una mala salida de Maximiliano Gagliardo, dominó afuera del área y batió al arquero con un disparo a su izquierda. Sí, justamente el guardameta que venía de salvarse de la expulsión ante Villa Dálmine por realizar gestos obscenos.
Antes del descanso, Lucas Blondel tuvo el segundo, pero el complemento se jugaría con mucha menos claridad: el Matador intentaba dominar lejos de su arco y los de Rodolfo De Paoli, más allá de apostar a los cambios, no encontraban el camino para cambiar esa ecuación.
Al final, sin sufrir más sobresaltos que los cuatro minutos adicionados por Patricio Losteau, Tigre se encaminó a un final de desahogos y festejos por doquier. Se había cumplido el gran objetivo, y en el horizonte aparecen nuevamente los desafíos de la máxima categoría.
A Barracas, en tanto, le queda la chance de ganar el Reducido para lograr el ascenso, allí tendrá la oportunidad de afinar el lápiz para lograr el segundo boleto.