
Boca empató sin goles en la ida frente a Corinthians y la llave de octavos de final quedó abierta.
Boca igualó sin goles en su visita a Corinthians, en San Pablo, en el marco del partido de ida de los octavos de final de Copa Libertadores de América. Tras un clima hostil en la previa, y con un Agustín Rossi como figura tras detener un penal (se lo atajó a Róger Guedes), el equipo de Bataglia se hizo fuerte en los primeros 90 minutos. De esta forma la serie quedó abierta para la revancha, la cual se jugará el próximo martes en La Bombonera.
El partido
La postura de Boca incidió para la imagen irresoluta que dejó Corinthians especialmente en el primer tiempo, donde los dirigidos por Sebastián Battaglia dejaron la impresión de ser un equipo en permanente solidificación, sin brillo pero con eficiencia.
Boca se vio como un equipo fortificado del medio hacia atrás como Boca, que sin embargo no declinaba sus opciones de ataque al contar con tres delanteros bien plantados como lo fueron Exequiel Zeballos y Sebastián Villa por los costados, como wines derecho e izquierdo a la vieja usanza futbolera, y un centrodelantero como Darío Benedetto afincado entre ambos. Pero por si esto fuera poco, Boca jugó con un 10 también de vieja data, no un enganche típico. Este hombre fue el paraguayo Óscar Romero.
Y este partido fue una prueba nada menor para este conjunto boquense, porque después de transitar un tiempo bastante prolongado de dudas, empezó a verse a que juega, o pretende hacerlo, en busca de plasmar una idea y a partir de ella ir forjando su propio estilo.
Fue clave, antes, durante y después, la postura colectiva ante un compromiso de fuste frente al segundo del Brasileirao, escolta del bicampeón de América, Palmeiras, que sin embargo dispuso de una ocasión inmejorable para quedarse con todo en las postrimerías del primer tiempo.
Es que hubo una falta penal cometida por Marcos Rojo que convalidó el VAR, que recién empezó a accionar en esta instancia de la competencia, y que el especialista Agustín Rossi le contuvo magníficamente a Róger Guedes lanzándose hacia su derecha.
Esta acción y otra salvada justamente por el propio Rojo en el arranque del complemento fueron las dos mayores acciones de riesgo propiciadas por los brasileños.
Mientras que para Boca hubo un tiro libre de Romero que Cassio sacó sobre su ángulo superior izquierdo en el segundo tiempo que también podría haber cambiado el destino del partido.
Pero al final todo quedó como al principio, y Boca se fue del ex Arena Corinthians con un sabor más cuartofinalista que cuando llegó a San Pablo.