
El paranaense Lucas Goldenberg arregló condiciones con el Hapoel Afula del Ascenso del baloncesto de Israel.
Después de cuatro temporadas en Platense, siendo referente y capitán del equipo de Vicente López, el paranaense Lucas Goldenberg aceptó la propuesta que le llegó del extranjero. Surgido del club Estudiantes, el ex Sionista se transformó en nuevo fichaje del Hapoel Afula, equipo que participa de la National League de Israel, la segunda categoría de ese país (la Ligat Winner es la elite del básquet israelí).
El alero de 29 años y 1.90 metros viajará el 30 de agosto para empezar a entrenar con su nuevo equipo. “Estoy ansioso. Se acercan los días y no dejo de pensar en el viaje”, contó. Y enseguida contó: “La temporada pasada se contactaron, pero le había dado la palabra a Platense y me quedé. Igual, en el club les adelanté que mi prioridad para este año sería irme a jugar afuera. Se concretó y ahora me voy”.
Para el entrerriano será la primera vez que jugará fuera de la Argentina. La ansiedad es grande por ser su primera vez. “El club está en la ciudad de Afula, una localidad de 50.000 habitantes. Chiquita, pero muy pintoresca. Estuve averiguando algunos datos, no tanto, porque me genera mucha más ansiedad y la idea es estar tranquilo”.
Irse a Israel es una apuesta grande ya que su intención es quedarse por un largo tiempo en el Viejo Continente. “Con el idioma me manejo con el inglés. Igual, quiero aprender a hablar en hebreo para interiorizarme más sobre Israel, su cultura y sus costumbres. Mi intención no solo es hacer la vida de jugador profesional, de ir del departamento al club, entrenar y volver. Quiero sociabilizar, conocer e interiorizarme. Aprovechar el viaje y esta posibilidad para sumar conocimientos”.
A lo que añadió: “Mi objetivo es adaptarme lo más rápido a la Liga de Israel porque mi prioridad es quedarme tres o cuatro años en Israel, ver cómo me va y cómo puedo desarrollarme”.
Con paso por Libertad de Sunchales y Salta Básket, Goldenberg hace tiempo venía analizando la chance de irse a jugar fuera del país. El mercado argentino está muy complicado. “Los deportistas profesionales somos privilegiados. Nuestro sueldo como basquetbolista es superior a lo que puede ganar la gran mayoría de los argentinos. Lo veo mucho en mis amigos, aunque también es cierto que el ingreso rinde mucho menos”.
Y siguió: “Antes terminaba la temporada y podías comprar un terreno o hacer una inversión para pensar en el más adelante. Hoy es más difícil, está complicado. A la vez se abrieron más oportunidades en otros países. Colombia, Bolivia o Uruguay, Ligas que antes no se veía tan a menudo y ahora son lugares de consideración”, confesó.