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El “Peque” Schwartzman luchó y avanzó a la tercera ronda del Abierto de Estados Unidos

El “Peque” Schwartzman luchó y avanzó a la tercera ronda del Abierto de Estados Unidos

Luego de dos horas y 42 minutos, Schwartzman derrotó al australiano Alexei Popyrin por 7-6, 7-5 y 7-6.

Diego Schwartzman (16° del mundo) venció al australiano Alexei Popyrin en la cancha 11 por 7-6 (7-3), 7-5 y 7-6 (8-6) en un partido incómodo y parejo -que duró tres horas y 42 minutos- y avanzó a la tercera ronda del Abierto de Estados Unidos, cuarto y último torneo de Grand Slam de la temporada de la ATP. 

En un arranque de puntos largos y mucho peloteo, Schwartzman no encontró la manera de quebrar a su adversario. El porteño -cuya mejor actuación en Nueva York son los cuartos de final de 2017 y 2019- jugó los primeros games desde el fondo de la cancha y el australiano, con buena movilidad, se animó a subir más a la red y a moverse por toda la cancha.

El Peque tuvo una chance de break en el tercer game, pero la dejó pasar. Y en el sexto más tarde, tuvo que trabajar muchísimo para no ceder su servicio. Entre errores propios y aciertos ajenos, el argentino tuvo que jugar 16 puntos y levantar tres break points en contra para sostener el saque e igualar el marcador 3-3.

Schwartzman estuvo otra vez contra las cuerdas en el octavo game. Sin hacer pie en la cancha y equivocándose bastante, quedó 0-40 abajo. Se lo veía algo molesto, reprochándose a sí mismo por los errores. Igual, pudo levantar los tres break points -y uno más que cedió poco después-, se llevó el game y mantuvo la paridad (4-4).

​En un partido cambiante y de altibajos para los dos, el Peque no logró concretar las dos chances para sacar ventaja que tuvo en el noveno game, cuando afinó sus tiros y jugó más agresivo.

Popyrin reaccionó bien y evitó que el argentino se adelantara en el marcador. Y en el juego siguiente, con buenas variantes y jugando cómodo con la devolución, dejó pasar cinco puntos para cerrar el set, cuando Schwartzman sacaba 4-5. El Peque se quedó con otro game muy luchado y marcó el 5-5. 

El set -en el que Schwartzman sumó 17 errores no forzados y Popyrin, 21- terminó definiéndose en el tie break. El Peque, que parecía golpear la pelota con un poco más de seguridad, arrancó 3-0, estiró la diferencia a 5-1 y quedó 6-3, gracias a una devolución de derecha cruzada que sorprendió a su rival. Y en su primera oportunidad, se adueñó el parcial por 7-6 (7-3).

El porteño no pudo extender su buen momento en el comienzo del segundo capítulo. Errático, cedió su saque en el primer game y quedó 0-1. Otra vez aparecieron los gestos de bronca del Peque, que discutía consigo mismo y con su equipo. Igual, recuperó muy rápido el saque. Popyrin también continuó irregular, alternando buenos puntos y errores fáciles; y el argentino pudo robarle el saque e igualar el parcial, 1-1.

Ninguno de los dos terminaba de encontrarle la vuelta al partido. Schwartzman logró lastimar con un par de subidas a la red y con un revés que le funcionaba muy bien, tanto paralelo como cruzado. Pero sin poder tomar el control del juego por completo, necesitaba demasiados puntos para cerrar sus games de servicio. Y tampoco lograba romper la resistencia de un Popyrin.

En el tercer game, el porteño tuvo que salvar dos chances de quiebre del australiano. Y en el siguiente, tuvo tres oportunidades para pasar al frente que no pudo concretar. Y el set llegó nivelado 4-4 al noveno juego.

El argentino tuvo un set point en el décimo juego, cuando su rival sacaba 4-5, en desventaja. Lo perdió y en el punto siguiente, se tropezó al devolver una pelota, cayó sobre su mano izquierda y se levantó haciendo gestos de dolor. Pero pudo seguir jugando sin problemas.

Con mucho trabajo de por medio, el porteño llegó arriba 6-5 al ocaso del set y le pasó a Popyrin la presión de sacar para estirar la historia. Y el australiano erró cuando más importaba: cometió tres errores no forzados y una doble falta y le regaló el quiebre y el set (7-5) al Peque.

​El desgaste de las más de dos horas y media de partido -y de un partido luchado, con muchos puntos largos- comenzó a pasarles factura a los dos en el arranque del tercer set, en el que pareció que ambos apostaban a guardar un poco de energía. Así, el duelo perdió algo de intensidad, aunque ni el Peque ni su rival se relajaron ni regalaron nada.

Schwartzman -que seguía dando la sensación de no poder soltar del todo su raqueta- tuvo un break point, que no concretó, en el segundo game. Fue el único que hubo en los primeros cinco juegos, por lo que no se sacaron ventajas y el argentino llegó 3-2 arriba al sexto juego.

En ese game, el porteño dejó pasar otra chance de quiebre, pero siguió presionando y finalmente tuvo su premio. Popyrin dejó una volea en la red y el Peque le robó el servicio, para adelantarse 4-2. Poco le duró la alegría, porque el australiano, luchador incansable, aún con más de tres horas de partido encima, le respondió con un nuevo break y después igualó otra vez el set (4-4).

​El set se definió también en el tie break. Popyrin, que no se rendía, consiguió un miniquiebre y se adelantó 3-1. Pero Schwartzman no quería llegar al cuarto set. Con la reserva de energía, aumentó la presión y logró igualar el desempate 6-6. Un buena volea de revés lo dejó 7-6 arriba. El australiano sacó para estirar la historia, pero le pegó mal de derecha, su pelota se fue muy larga y el Peque celebró. 

El porteño, 14° preclasificado, arrancó su camino en Nueva York con un triunfo sufrido ante el local Jack Sock (107°) por 3-6, 5-7, 6-0, 1-0 y abandono por una lesión lumbar. Ahora enfrentará estadounidense Frances Tiafoe (26°) o el australiano Jason Kubler (109°), que jugarán uno de los últimos encuentros del día, consigna Clarín

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