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Carlos Álvarez: “Estos reconocimientos son mimos que uno toma con alegría y satisfacción”

Carlos Álvarez: “Estos reconocimientos son mimos que uno toma con alegría y satisfacción”

El histórico dirigente de la FBER será reconocido por la Federación que presidió durante más de dos décadas.

Carlos Álvarez, el histórico dirigente del básquetbol provincial, será reconocido por parte de la Federación de Básquet de Entre Ríos (FBER) porque el Torneo Pre-Federal Masculino 2023 llevará su nombre. “Estoy muy agradecido al consejo directivo de la Federación. Es algo que realmente no esperaba, porque desde que yo renuncié no había tenido contacto con el básquet de la provincia. Ya habían pasado prácticamente tres años desde que me había retirado. Todos estos reconocimientos son un mimo que uno toma con mucha alegría y satisfacción”, expresó en diálogo con A quien corresponda, que se emite por Radio de La Plaza (FM 94.7).

“Ahora colgué los botines definitivamente. No estoy ni estaré más en el básquet. Desde 2020 que me retiré en la provincia; me mantuve un tiempo más en la Confederación Argentina y en diciembre de 2022, si bien me faltaba un año de gestión, presenté la renuncia. Ahora está cerrada la persiana y no hay más básquet. Son muchos años y con 76 años se va perdiendo un poco la fuerza y la energía que uno necesita para ser un dirigente deportivo, no solamente en el básquet sino en cualquier disciplina”, confesó.

Al momento de recordar sus años como directivo, Álvarez indicó que tuvo una “enorme suerte” por coincidir con épocas doradas del básquet provincial. “La verdad que tuve esa enorme suerte. En la provincia fui presidente de la Federación desde 1998 y viví toda esa época de gloria, salvo el Argentino de 1989 en Paraná. Fueron seis Campeonatos Argentinos de Mayores, nada más, y unos 20 en las distintas categorías, durante mi gestión. Así que fue un período interesante para el básquetbol entrerriano y su representación a nivel nacional. Conseguimos cambiar algunas estructuras, también”, rememoró.

“Cuando me hice cargo de la FBER, formábamos parte de la Región NEA y para clasificar a los Campeonatos Argentinos teníamos que eliminarnos previamente con Corrientes, Misiones, Chaco y Formosa. En determinado momento, en base a resultados deportivos, logramos que Entre Ríos pasara a ser zona única, como lo eran hasta ese momento Buenos Aires, Capital Federal, Córdoba y Santa Fe. Eso facilitó las cosas porque significó un ahorro económico importante por no tener que jugar dos etapas para llegar a un Campeonato Argentino y además porque nos permitió preparar mejor los equipos y tener mejores performances a nivel nacional”, completó.

“En determinado momento, la Confederación Argentina de Básquetbol estableció la ´Copa Mario Siria’ (en homenaje al dirigente tucumano fallecido en 2010 y gran impulsor del Mini Básquet) que era entregada a las selecciones provinciales que tuvieran mejores ubicaciones por año calendario, y logramos esa copa. Es decir que las selecciones de la provincia tuvieron las mejores clasificaciones teniendo en cuenta las performances de varones y mujeres”, agregó.

Por otra parte, el exdirigente consideró “totalmente positivo” el balance de sus años de gestión en la FBER. “Obviamente no es fácil ser dirigente deportivo: lleva mucho tiempo, hay que ponerle muchas ganas; hacer frente a compromisos que la institución no puede y hay que estar cubriendo esas necesidades. Pero en el balance que estuve 22 años como presidente, me remito un poco a las palabras del actual presidente Julio Giménez que fueron publicadas en la página de la Federación, el balance de esos años es totalmente positivo. Seguramente habrá quedado algún lastimado en el camino y otros contentos, pero cuando hay que estar tomando decisiones permanentemente algún caño se pisa…”

Por último, Álvarez destacó que también vivió “la época más gloriosa a nivel nacional” de la mano de la Generación Dorada. “A nivel nacional también me tocó vivir la época más gloriosa. Estuve 20 años en la Confederación Argentina, con cuatro presidentes distintos. Mi gestión comenzó en 2002, es decir que la época de gloria de los últimos años del básquetbol me tocó vivirla desde adentro. Me tocó estar en Indianápolis 2002 (Argentina fue subcampeona del mundo) y Atenas 2004 (oro olímpico), serán cosas imposibles de olvidar porque eran impensadas en un contexto realmente complicado para el país”, señaló.

Y recordó la organización del Campeonato Argentino de Mayores, justo en plena crisis, en 2002. “Ese año no fue precisamente muy fácil para nadie. Lo digo con alguna experiencia encima, porque se nos ocurrió ese año organizar un Campeonato Argentino de Mayores en Entre Ríos, que tuvo como sede central Paraná y subsede Concepción del Uruguay. Hasta último momento estuvimos con el Jesús en la boca por los Federales y con lo que había que pagar. Por suerte contamos con el apoyo -hasta donde se podía- del gobierno de la provincia en ese momento encabezado por el doctor (Sergio) Montiel, mientras el doctor (José) Laurito hizo mucho esfuerzo en Concepción del Uruguay. Fue una experiencia en la que cobrábamos la entrada en Federales y teníamos que pagar las cosas en otra moneda. Fue una experiencia muy estresante pero reconfortante porque Entre Ríos pudo presentar un equipo de verdadero lujo. Simplemente recordar que Raymundo Legaria, luego campeón sudamericano con Ben Hur, era el tercer base, por detrás de Leopoldo Ruiz Moreno y Daniel Farabello, verdaderas estrellas de la Liga Nacional”, concluyó.    

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