
Por Roberto González*, especial para ANÁLISIS DIGITAL
Hace más de siete años que en Entre Ríos se presentó una ley del turf, que en el Senado tuvo respuesta rápida: se trató y salió por unanimidad en poco tiempo. Llegó al recinto de los Diputados y se perdió; nunca la trataron y prescribió. Este año se eligen nuevo gobernador, diputados, senadores, intendentes y nadie habla de esta actividad. Ya empezaron a visitar empresas, pymes y lo que sea necesario para recabar votos, pero del turf nadie se acuerda y sería bueno instruirlos un poco ya que ninguno se anima a preguntar de qué se trata.
Claro, creen que es solo timba y por ahí no les suma, pero los vamos a poner en práctica: hay más de 800 entrenadores habilitados y ejercen su profesión en los hipódromos máximos, 1200 caballerizas tenemos en la provincia, más de 35 haras o establecimientos de crías que cuentan con padrillos de primer nivel nacional, ganadores de Grupo y producen de igual manera.
Hoy nuestra provincia provee el 17 por ciento de los caballos que disputan carreras oficiales en los hipódromos centrales, por ende, se corren carreras en siete de los ocho hipódromos habilitados en nueve Jockey Club y en más de 15 pistas cuadreras. Toda esta actividad necesita a través de los 365 días atención al parque caballar; aquí no hay feriados ni día de lluvia, calor o frio, hay que estar igual. Prácticamente nunca tuvieron apoyo de la provincia porque somos agua de otros charcos, porque desconocen la actividad o no les interesa.
Sería interesante que todos los que de una u otra manera vivimos de esto les mostremos cuanto somos, por ahí les interesamos. Les detallo: somos la provincia más burrera del país y sumen propietarios, entrenadores, jockey, peones, capataces, galopadores, domadores, veterinarios, transportistas, herreros, talabarteros, rematadores concertadores, imprentas, periodistas, forrajerías… Seguramente se deduce que es la fábrica de empleo más grande de la provincia.
Supuestamente es hora de comunicarles a los políticos que de una vez nos incluyan en su conjunto de proyectos de trabajo en general, porque nuestra actividad está esperando hace años ser parte de fuentes de trabajos dignos. La verdad es que conozco cada lugar de la provincia y somos muy aficionados, merecemos un mejor trato, la actividad promueve fuentes de trabajo. Con un proyecto serio y efectivo el turf estará más que encolumnado a quienes lo propongan y lo hagan realidad.
Hoy en la era de internet y YouTube siguen trabajando a martillo y corta fierro o a arco y flecha. Pido por favor a todas las instituciones a unirse en un reclamo general a todos aquellos que hoy se postulan a llevar adelante los intereses de la provincia, para que podamos dialogar y ser partícipes de una actividad con reglas claras y en beneficio de los trabajadores del turf y por ende de todos los encolumnados en el proyecto: hipódromos, Jockey Club, pistas cuadreras, en definitiva, es turf, y unidos conseguiremos ser reconocidos y incluidos como empresas de trabajo y no como timberos. Que se difunda la actividad tal cual es, así la población en general toma consciencia de lo que es el turf. Solo falta que todos comuniquemos, que seamos escuchados y nos convoquen a demostrar que somos la mayor empresa sin chimeneas. El turf es trabajo.
(*) Periodista especializado en turf, de Concepción del Uruguay.