
El entrerriano Kremer habló en conferencia de prensa y dejó sus sensaciones con relación a lo que se viene.
La cuarta fecha del Mundial de Francia 2023 de rugby tendrá un hecho histórico para este deporte de la región. Es que el sábado 30 de septiembre, Los Pumas y Chile se medirán en un encuentro correspondiente al Grupo D y será la primera vez que se enfrenten dos seleccionados sudamericanos en una cita ecuménica.
En el partido pasado, ante los oceánicos, el seleccionado dirigido por el australiano Michael Cheika tuvo el 100% de la obtención en las formaciones fijas (scrum y line), una estadística que no consiguió en lo que va del Mundial ningún otro equipo y que intentará poner en práctica nuevamente ante Los Cóndores.
“En la semana hablamos que queríamos seguir creciendo en ese aspecto y buscar imponerse. Lo positivo es que quedan un montón de detalles por mejorar. El segundo tiempo (ante Samoa) fue muy bueno porque en el primero pudimos ajustar detalles para buscar ese scrum o line. Es positivo que nos deje cosas por trabajar. Buscamos ese rendimiento toda la semana y creo que dimos un paso adelante en ese sector”, expresó el entrerriano Kremer.
En relación al partido ante Chile, en Nantes, el concordiense dejó en claro que “el objetivo está puesto en preparar la semana como si fuera la última, en crecer como equipo y obviamente además de ganar hacer todo lo posible para subir un escalón en todos los aspectos de juego que podamos. Se va a dar como se tiene que dar. Van a ser 80 minutos muy duros y estamos trabajando para presentar batalla e imponernos desde el primer minuto”.
Y siguió: “Sabemos que no tenemos margen de error, pero es el momento donde el equipo se cierra, se apoya o se abre y se derrumba. Es un desafío para nosotros. Este equipo está con una madurez suficiente para sacar adelante esta situación”, completó el concordiense.