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Sudáfrica ganó una final para el infarto en el Mundial de Rugby

Este sábado se disputó la décima final de la historia de los mundiales de rugby. En el Stade de France, en Saint-Denis (París, Francia), Nueva Zelanda y Sudáfrica se midieron en el partido que todos presumían que definiría el torneo.

El duelo estuvo a la altura, aunque no en lo vistoso. Por entrega e intensidad quedó demostrado que se trataba de los dos mejores del torneo, aunque no hayan tenido una gran producción ofensiva.

De arranque se mostró mejor Sudáfrica que provocó la amarilla de Shannon Frizell en los All Blacks y el penal convertido por Handré Pollard con el que quedaron 3-0 arriba con un jugador más. Luego hubo una racha de tres penales más, dos para los Springboks y uno para Nueva Zelanda que dejó las cosas 9-3 en favor de los africanos. Pollard convirtió los dos del equipo que iba ganando; Richie Mo’unga anotó el neozelandés.

El posible quiebre del encuentro llegó a los 27, cuando Sam Cane vio la tarjeta roja y dejó a los neozelandeses con un jugador menos. Encima, a los 34 llegó el penal de Pollard que estableció el 12-3 parcial con el que parecía tranquilizarse el combinado africano. No obstante, Mo’unga anotó a los 38 y dejó las puertas abiertas para el segundo tiempo: 12-6.

En la segunda mitad hubo una rápida amonestación para Siya Kolisi a los 5 minutos que le permitió a Nueva Zelanda adelantarse y presionar en el campo de juego. En ese contexto y luego de una numerosa cantidad de oportunidades llegó el try de Beauden Barrett, sin embargo, Mo’unga falló en la conversión: 12-11 para Sudáfrica.

El dominio territorial y del juego fue de los All Blacks, pero ante cada oportunidad de ataque se encontraron con una sólida y resistente defensa sudafricana. Pese a eso tuvo incluso la chance de un penal luego de la amonestación del sudafricano Cheslin Kolbe a los 33 minutos. La ejecución fue de Jordie Barrett, que falló desde muy larga distancia.

Pese al empuje de los últimos instantes, Nueva Zelanda no consiguió quebrar a Sudáfrica, que tuvo las últimas dos posesiones y durmió el partido para quedarse con la victoria por 12-11.

Se trata de la cuarta consagración para los sudafricanos, que son los máximos ganadores del torneo. Los neozelandeses se quedaron en sus tres conquistas en el segundo escalón de los más vencedores. El podio lo completó Inglaterra, que el viernes venció a la Argentina por 26-23.

Ahora los seleccionados comenzarán a trabajar en un nuevo proceso camino al Mundial de Rugby de 2027 que se jugará en Australia.

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