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Rodrigo López y sus sextos Juegos Paralímpicos: “Mirás atrás y vez un larguísimo camino”

Rodrigo López

Rodrigo Fernando López ya estuvo en Atenas 2004, Pekín 2008, Londres 2012, Río 2016 y Tokio 2020+1.

de ANÁLISIS 

En París 2024, Rodrigo Fernando López se convertirá en el entrerriano con mayor cantidad de participaciones en los Juegos Paralímpicos. Y no solo eso, será el deportista de la provincia con más presencias en una cita de estas características. En el deporte convencional no hay ninguno que lo supere: el jinete concordiense Carlos D’Elía estuvo en cinco Juegos Olímpicos (Melbourne 1956 –en realidad compitió en Estocolmo, Suecia, debido a una cuarentena dispuesta sobre los caballos en Australia–, Roma 1960, Tokio 1964, México 1968 y Múnich 1972). Por lo tanto, el ciclista nacido en Colón escribirá un nuevo capítulo a su propia historia, elaborada con trazos de superación, constancia y vigencia.  

Hace 20 años, hizo su debut en Atenas 2004 y logró una medalla de bronce en la prueba de ruta contrarreloj del ciclismo adaptado. Ocho después, repitió el metal en Londres 2012, por la persecución individual. También estuvo en Pekín 2008, Río 2016 y Tokio 2020+1, todas en la categoría C1, reservada para pedalistas con parálisis cerebral o amputaciones. Ahora, con 45 años, tendrá sus sextos Juegos Paralímpicos, a desarrollarse en la capital francesa del 28 de agosto al 8 de septiembre próximos.

“No sabía que iba a romper un récord, de hecho, me enteré por el periodismo. Si bien sabía que eran unas cuantas ediciones no las había tenido en cuenta hasta ahora que lo empecé a buscar. Me genera una alegría inmensa porque te das cuenta todo el trabajo que hiciste, miras atrás y vez un larguísimo camino… y que no fue fácil, pero aquí estoy”, expresó el cuatro veces campeón del mundo en pista.   

Rodrigo López, junto a su padre y entrenador, Juan Carlos López, en una de sus tantas conquistas internacionales.

–¿Cómo ha sido el camino para llegar a Paris 2014?

–Uff, parecía sencillo, pero no. Fue muy difícil, con unas cuantas complicaciones que no voy a entrar en detalle, no valen la pena, y como todo, con altibajos. También al tener un año por el retraso de Tokio (se disputaron en 2021 y no 2020, a causa de la pandemia de Covid-19) eso también influyó, pero a pesar de todo pude sumar puntos y ganarme la plaza, siempre con la ayuda de Dios y sin dejar de pensar en mi sueño.

 –¿Cuánto has aprendido desde tu debut en Atenas 2004?

–Muchísimo, para escribir un libro pero no de orgulloso, sino para inspirar que con fe se puede llegar muy lejos.

–¿Hemos crecido en el deporte adaptado desde esos Juegos Paralímpicos hasta hoy?

–Si, no como debería ser respecto de otros países pero ha mejorado. El periodismo se preocupó en difundir y eso ha ayudado a que muchos que sufren alguna discapacidad comenzaran a practicar algún deporte y se ha engrosado las filas de atletas paralímpicos.

Rodrigo López formará parte de un grupo de seis ciclistas que representará a la Argentina; también estará el gualeyo Maxi Gómez junto a Sebastián Tolosa (Tándem Masculino); Mariela Delgado y María José Quiroga-Micaela Barroso (Tándem Femenino). El colonense competirá en la categoría C1, destinada a deportistas con severas alteraciones de movilidad por amputación de miembros o lesiones neurológicas equiparables.

–¿Vas a ser el más experimentado de tu categoría?

(Risas) El más experimentado o más viejo o más antiguo. Este año cuando me enteré de eso empecé a profundizar más el tema y te cuento que en París -como en Tokio- seré el ciclista con parálisis cerebral con más juegos en la historia. Ser neurológico es todo un tema. En mi categoría queda otro ciclista, pero no con Parálisis Cerebral (PC), pasa que a partir del 2011 se unificaron las categorías PC y los que tienen lesiones (amputados), por eso quedamos dos. Igualmente, no sabré (cuantos seremos) hasta que estemos allá. También otros de los aspectos importantes de París es que en ciclismo en todas las categorías seremos cuatro o cinco que aún quedamos, creo que para mí esto también es un logro importante que muchas veces no se lo tiene en cuenta. 

Con 45 años, López competirá en sus sextos Juegos Paralímpicos.

La parálisis cerebral que sufrió Rodrigo fue provocada por un virus que afectó su habla y audición, además de su equilibrio y la sensibilidad de sus manos. Tenía cinco años y estuvo  dos meses internado. Por aquellos tiempos ya soñaba con ser campeón del mundo de ciclismo. Es que su vida ya andaba sobre ruedas desde que tenía un año, cuando su papá y actual entrenador, Juan Carlos, le regaló su primera bicicleta.

–¿Que le dirías hoy a ese chico que soñaba con ser campeón del mundo?

–Le diría que se pregunte ¿quién quiere ser? Quien, no qué…  Que nunca jamás deje de soñar por más difícil que sea; que el camino no va hacer fácil si quiere llegar a ser grande; que lo fácil lo hace cualquiera, y la vida te da tropiezos y caídas a veces grandes, que te lastiman mucho, pero levantate y seguí, de eso se trata. Que disfrute todo lo bueno y lo que cree malo porque es parte de la vida; que lo más importante, la base de todo, es la fe, porque tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencido de la realidad de las cosas que no vemos.  Y ser feliz…

–¿Cómo son tus días de entrenamiento en esta etapa?

Mis días para los juegos o cualquier competencia son intensos ya que yo le doy suma importancia a cualquier evento sin importar el grado, por eso estoy cruzando a diario a Paysandú (República Oriental del Uruguay) a hacer pista, también por la ruta en mi ciudad y gimnasio de musculación, y sin faltar a los días de descanso y recuperación porque de eso se trata el buen entrenamiento. No somos robot (risas), bueno, como se dice actualmente, androide (risas); si los hay, aunque no los vi en los Juegos…

–¿Con qué objetivo vas a estos Juegos?

Como fui siempre: a disfrutar, ser feliz y divertirme. Una vez más junto a mi padre, que también es mi entrenador, porque ya gané: estar ahí, ya es un triunfo aunque muchos piensen que lo único que importa es la medalla. Va más allá. Si llega (la medalla) llega, con esto no estoy diciendo que no me importa, claro que voy a dejar todo y un poco más… 

–¿Cómo ves al seleccionado argentino de ciclismo adaptado? ¿Tenemos chance de alguna medalla?

–Lo veo bien. Si, claro, siempre las hay. Nadie es ganador antes de jugar, por eso todos tenemos chances por más difícil que sean los adversarios. Creo que siempre hay oportunidad. En este tema quiero hacer una acotación y obviamente en ningún momento menospreciar o bajar de nivel a los demás deportes, pero el ciclismo este último tiempo y para estos juegos se vieron muy influenciados por la altísima tecnología aplicada: desde la bicicleta hasta la indumentaria, más precisamente en pista, mi especialidad. Se nota en potencias como China, Estados Unidos, Países Bajos, Japón, Gran Bretaña, por nombrar unos pocos… Sus bicicletas, en el caso más común, Gran Bretaña por Lotus, la misma fábrica de Fórmula 1; Japón y compañía por aeronáutica; Estados Unidos tuvo aportes de ingeniería de la NASA, y su costo va de 120 mil euros a 200 mil euros, parece algo irreal pero no. Creo que otros deportes no tienen tanto tecno. ¿A que voy con todo esto? Es que en mi caso, mi material tiene 20 años y otros elementos entre 15 y 10 años, pero esto me da más fuerza y entusiasmo para ganar, de hecho lo he hecho ya. Entonces tiene mucho más valor, y por eso digo: siempre hay chances porque como dijo Tusam “puede fallar” la tecno o como reza el refrán “no es la flecha sino el indio…”.

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