
“El aumento fue de cinco pesos y el metro cúbico de GNC pasó a 114.90 pesos”, comunicó el responsable de la YPF de calles Alsina y Carbó de Paraná, Enrique Vairetti. Y explicó: “El valor del GNC está atado al de la nafta súper y, dado que los combustibles no aumentan en relación a la inflación, a la diferencia la soportamos los estacioneros”. En ese sentido, el empresario dio cuenta que el sector “está en crisis porque suben todos los costos” y ejemplificó: “A una simple válvula para reparar un surtidor la pagamos 700 dólares”.
En relación a las ventas, Vairetti sostuvo que “no se recuperó el consumo previo a la pandemia”. “El consumo ha caído en toda la ciudad y es algo lógico por la carencia de ingresos”, analizó al tiempo que remarcó que la baja se dio tanto en la venta de combustibles líquidos como en metros cúbicos de gas. “Trabajamos a pérdida durante dos años recién hace unos meses empezamos a recuperarnos, pero nunca a los márgenes de la pre-pandemia”, recalcó.
Según publicó El once, el estacionero dijo que “durante el gobierno anterior, cuando se produjo el tarifazo/impuestazo, pasamos a pagar el gas de 89 centavos a 3.14 pesos y después 3.45 pesos”. Agregó que “el 31 de agosto de 2016 presenté una demanda en la Justicia Federal contra el tarifazo e impuestazo, pero la causa está parada pese a los pedidos de pronto despacho”.
Tras lo cual, el estacionero reprochó que “sigue el impuestazo porque no es lo mismo el 1% de alícuota sobre 10 pesos que sobre 100 pesos”. “La base imponible cambia exponencialmente y actualizan los impuestos al 100%, pero nuestros ingresos no”, denunció. Por último, cuestionó que “el precio del líquido es el más bajo ente los países vecinos”.