La violencia atenta contra la continuidad del fútbol paranaense

El blanco: los hombres de negro

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674

Marcelo Comas

Si algo le faltaba al alicaído fútbol local era esta nueva mancha que atenta contra su progreso y redención en el tiempo. Tres árbitros fueron agredidos el fin de semana en escenarios de la capital provincial y ante la negativa de los jueces de presentarse a dirigir debió suspenderse la jornada. La medida fue totalmente respaldada por la Mesa Directiva de la Liga Paranaense de Fútbol. La situación no da para más. ¿Qué van a esperar los directivos?, ¿qué se produzca un hecho luctuoso dentro de un campo de juego? El tiempo dirá si se hicieron bien las cosas o si estas decisiones son sólo parches que no alcanzan a tapar todos los agujeros.

En realidad lo que determinó que el fútbol de la Liga Paranaense se suspendiera fueron las agresiones que sufrieron los jueces Francisco Aguilera -en ese encuentro actuó de primer asistente- y Sebastián Palacios. Aguilera fue víctima de una trompada que le propinó el jugador de Sportivo Urquiza, Juan Barrios, en el enfrentamiento de la V Azulada y Palermo. Molesto por haber sido expulsado, El Pato descargó toda su bronca contra el primer asistente, nacido en Chaco. Cabe mencionar que el delantero es reincidente en este tipo de hechos y seguramente pesará sobre él una fuerte sanción.

El otro incidente se desató en la cancha de Universitario, donde el juez Palacios sufrió el ataque del cuerpo técnico y jugadores del equipo Sub 15 de Barrio Corrales que enfrentaban en esa oportunidad a Palermo. A raíz de lo sucedido, la Mesa Directiva de la Liga Paranaense de Fútbol emitió las pertinentes resoluciones en relación a los citados casos:

-Sobre la agresión de Barrios a Aguilera el dictamen sostiene lo siguiente: 1) “Disponer la suspensión provisional del imputado, el jugador Juan Barrios, del Club Sportivo Urquiza, habida cuenta de la gravedad de los hechos informados y estar prima facie acreditados; 2) Dar vista de los informes de la terna arbitral, entregándosele por Secretaría copia de los mismos al Club Sportivo Urquiza y al jugador Juan Barrios para que se formulen los descargos y/o aporte pruebas que se estime corresponder.

En este caso, los árbitros locales no están de acuerdo con que se le de la oportunidad de un descargo a Barrios, porque es un hecho consumado y hay una denuncia policial que acredita la agresión del jugador al asistente Francisco Aguilera”.

Con respecto al ataque en contra de Palacios, hecho mucho más grave porque el hombre de negro debió soportar la golpiza del técnico de Universitario y los jugadores del conjunto de Barrio Corrales, la resolución del cuerpo punitivo de la LPF dispuso: “1) Disponer la suspensión provisional de los siguientes jugadores del Club Universitario: Leonel Centurión, Nicolás Cáceres, Rodrigo Romero y Enrique Barbizán; del director técnico, Marcelo Jacob; del ayudante de campo, Sebastián Jacob, habida cuenta de la gravedad de los hechos informados y esta prima facie acreditados; 2) Dar vista de los informes del árbitro y asistente, entregándosele por Secretaría copia autenticada de los mismos al Club Universitario para que se formule los descargos y/o aporte pruebas que estime corresponder; 3) Asimismo, se informe e identifique al chico ‘ajeno’ que estaba en el banco de suplentes de Universitario -antirreglamentariamente- según lo informado por el asistente, que también golpeó al árbitro; 4) Se hace, desde ya y a todo evento, la reserva de incorporar y/o sancionar a eventuales participantes que no hayan sido informados por el árbitro y/o asistente dada la conmoción propia del momento, sufrida principalmente por el juez del encuentro”.

Además se procedió a sancionar con cuatro partidos de suspensión a los siguientes jugadores: Maximiliano Retamar, Nicolás Sosa, Maximiliano Peralta, John Viola, Jonhatan Wendler, Jonhatan Ramírez y Emanuel Villanueva.

Ambos dictámenes motivaron el repudio de los árbitros por tratarse de un jugador reincidente -Juan Barrios- y rechazaron la posibilidad que se le otorga a los implicados de realizar el descargo correspondiente. Por otra parte, se debe señalar que el referee Barcos fue alcanzado por un proyectil en Crespo mientras se jugaba el cotejo Cultural-Instituto, episodio que se suma a la escalada de violencia que fustiga a los encargados de impartir justicia en la capital provincial.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta esmana)

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