Un mal recuerdo para Solari

Álvaro Moreyra
Cuatro días antes del debut en la temporada 2008/09 del Torneo Argentino B de fútbol (fue el domingo pasado), le comunicaron al por entonces director técnico de Colegiales de Concordia, Juan Esteban Solari, que le rescindían el contrato. El motivo fueron las declaraciones periodísticas realizadas por el entrenador, en las que contó la realidad con la que debía luchar todos los días para, mínimamente, poder llevar adelante un entrenamiento con sus dirigidos.
El Panchi, conocido en el fútbol paranaense por su paso por Patronato de Paraná y además de dilatada trayectoria en el fútbol grande de la República Argentina (vistió las casacas de Racing de Avellaneda, Talleres de Córdoba y Gimnasia y Esgrima La Plata), ni siquiera pudo debutar como DT de la institución que lo había contratado apenas dos meses antes.
Larocca y su poder
Que una persona digite todas las decisiones en una Liga no es nada nuevo. Tampoco lo es que parte de una Comisión Directiva esté en contra de presidente por lo bajo y a la hora de enfrentarlo se eche atrás y asienta con la cabeza cualquiera sea la decisión, así esté en contra de sus principios. Eso no es nada nuevo, de hecho sucede en el ente que rige los destinos del fútbol a nivel nacional (léase Asociación del Fútbol Argentino), donde según muchos “está todo mal”, pero nadie se anima a enfrentar a Don Julio. Algo parecido, pero a escala, sucede en el balompié concordiense.
Es que fue el propio Julio Larocca el que pidió la cabeza del Panchi Solari. El dirigente, al enterarse de las declaraciones que el entrenador había realizado a una radio paranaense, montó en cólera y rápidamente amenazó a los dirigentes de Colegiales: “Si no se va Solari, le saco todo el apoyo al club”.
En pocas horas nada más se “acordó” echar al DT y según cuentan los medios de la Capital Nacional del Citrus, la determinación fue concensuada entre los dirigentes de la Liga Concordiense de Fútbol y sus pares del Cole. Aunque todos saben que la cruda verdad es que Larocca sentenció al director técnico con esa frase que será tristemente recordada en un club con menos de una década de vida.
Fue el mismo presidente de Colegiales, Ramón Sosa, quien le comunicó al DT que se le rescindía el contrato y según se comenta en el seno del plantel, se lo dijo de la siguiente manera: “Larocca se molestó con tus declaraciones y las consideró injustas”. ¿Fue una advertencia o una amenaza? Lo concreto es que lo echaron.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)