Por el pleno empleo

Federico Malvasio
El nuevo Código Procesal Civil y Comercial de la provincia trae uno de los avances más comentados por los juristas en materia de solución de conflictos antes de llegar a la instancia de juicio: la mediación. Si bien la iniciativa tiene el visto bueno de la mayoría, algunos puntos en su reglamentación generan dudas, contradicciones y hasta indignación. La obligatoriedad es el centro del debate. Algunos sectores ya han encontrado la vuelta para sobornar a los mediadores y evitar la instancia de elección.
“Estudiá abogacía, siempre vas a tener laburo, siempre va a haber quilombo”. Algo así fue la recomendación de un tío cuando finalizaba quinto año y debía elegir una carrera universitaria, con salida laboral, claro. La conclusión de José no resiste muchas críticas, ya que con sólo observar de qué forma la tecnología ha avanzado en cuanto a los modos de producción, incrementando clase trabajadora desocupada, está a la vista que lo único que ha crecido con el mismo énfasis fueron los conflictos entre las personas. Para estos no hay tecnología ni ciencia que valga. Es así que será la Justicia, por naturaleza, quien defina los problemas sociales. La tan anunciada mediación pareciera ubicarse en el medio del tan añejo axioma natural de solucionar que tiene el derecho. Esta etapa previa al juicio, instaurada desde agosto en Entre Ríos, tiene algo que es innegable. Genera empleo.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)