Patronato acaricia el ascenso a la B Nacional

Padre nuestro

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848

Marcelo Comas

Qué cerca que está de la gloria deportiva Patronato de la Juventud Católica, un club que pasó de la decepción a la euforia en poco menos de dos años. Desde la fundación del Padre Grella, el cambio de sede, la inauguración del estadio, hasta este presente donde el fútbol provocó un fenómeno de similar magnitud a la campaña de 1978. Detrás de esa fachada de club de barrio se esconde una historia llena de pasión, mitos y personas de buen nombre que fueron alimentando esta grata realidad. El domingo toda una provincia estará pendiente de lo que suceda en suelo correntino a la espera de concretar un sueño que estuvo latente durante más de 30 años.

¿Cuánto vale ese testazo de Edgardo Brítez a los 22 minutos del segundo tiempo que deja a Patronato en las puertas de un nuevo ascenso? Son tantos los recuerdos que fluyen en la máquina del tiempo que el protagonista de esta historia debe ponerle freno a la ansiedad para disfrutar de un momento que pocas veces se da.

En tiempos donde el fútbol se convierte en una especie de terapia y deja en un segundo plano a los problemas cotidianos, la histórica campaña de la institución que fundó el Padre Grella en 1914 une bajo una misma bandera a hinchas de diferentes clubes, de distintas religiones y partidos políticos, como así también a personas que pertenecen a diferentes estratos de la sociedad. La pasión se impone por encima de la razón y el muchacho de la zona céntrica muchas veces no entiende el motivo de tanto sentimiento. Entonces valen todo tipo de situaciones que rozan con la ignorancia, y hasta la falta de rigor, por querer formar parte de una historia que le pertenece a otros y que en definitiva se transforma en una causa popular. No importa si el compañero de tribuna no sepa que en 1978 el Negro pegó el salto al viejo Torneo Regional de la mano de un grupo de jugadores formados en su mayoría en la Ciudad Paisaje. Tampoco interesa si el señor de la butaca vecina esté en otra dimensión y vuelva a insistir con que el estadio “Presbítero Grella” lució como en sus años mozos el día que el Nano Serrat deleitó a miles de personas con sus hermosas melodías. “Si ahora todos son hinchas de Patronato”, indicó mientras todavía se emocionaba con el gol de la Pulga Díaz a Central Córdoba, aquel que valió el primer ascenso luego de 30 años de decepciones y amarguras.

Lejos de aquella sentencia que roza el sentido común, el fenómeno que ha generado Patronato atraviesa los límites del barrio Villa Sarmiento para hacerse carne en distintos puntos del interior del país. Si hasta esta semana los medios más reconocidos del país, entre ellos Olé y TyC Sports, se ocuparon del histórico presente del equipo que conduce el platense Darío Tempesta.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)

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