Que vuelva el Carlo

Charles Parker
Vuelven los ladrones que se defecan en los pantalones, vuelve el confeso pedófilo, vuelve la gorda que ofrece un riñón para pagar la hipoteca, vuelve la banda de Yoko Ono, vuelve la venta de bebés en Santiago del Estero, vuelve el flagelo de la mariguana, vuelve la peste del chancho mosca, vuelven los tratantes de blancas, vuelven las gauchitas peteras del colegio secundario, vuelven los afiches de Maya con papada, vuelve la infanticida de Jujuy, vuelven las cinematográficas persecuciones, vuelven los debates en la Asamblea Ambiental, vuelven los jóvenes de barba candado, vuelven las fiestas polémicas pelotudas, vuelven los pequeños y medianos racismos contra los negros, vuelven las olas de inseguridad, vuelve el cáncer y los nacimientos deformes, vuelve Carlos Perciavalle, vuelven los homenajes a la Iglesia, vuelve Guido Süller a la tele, vuelve Ricky Maravilla, vuelve la censura, vuelve el fenómeno del Niño, vuelve el mal de Chagas, vuelve el impuestazo, vuelven las patologías mamarias. Para la tranquilidad de los conservadores, no hay nada nuevo en la decadencia del presente: hay algunos periodistas nuevos, pero son igual de cínicos y boludos que los de antes.
(El texto completo se publica en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)