Entre las ideas, los cálculos y el oportunismo

Antonio Tardelli
Hay que retroceder hasta José Carlos Ramos y su participación en el recordado Grupo de los Ocho, que confrontó con el menemismo, para encontrar una fractura análoga, de evidente sentido político, que involucre a diputados entrerrianos. La constitución del bloque Peronismo Federal, que integran Cristina Cremer, María de los Ángeles Petit y Gustavo Zavallo, marca la ruptura definitiva del ex gobernador Jorge Busti con el oficialismo kirchnerista. La decisión acarrea inevitables consecuencias para Entre Ríos y sus asuntos domésticos. En comparación con los legisladores, para diferenciarse de la Presidenta de la República la administración de Sergio Urribarri dispone de un margen mucho más estrecho. ¿Cómo podrán Urribarri y Busti seguir siendo socios desde estrategias tan nítidamente diferenciadas?
La diputada Cremer, que renunciará al mandato en curso para iniciar en diciembre el que se adjudicó el 28 de junio, es de los tres disidentes la única que durante la reciente campaña debió exponerse a las preguntas de los periodistas. Hizo equilibrio. Subrayó que no era kirchnerista. Pero también aclaró que no mantenía una postura particularmente crítica hacia el gobierno. Se definió como peronista. Y agregó: “Somos una lista con sentido federal y vamos a apoyar a la Presidenta para mantener la gobernabilidad” (Semanario ANALISIS, 28 de mayo de 2009, “¿Qué se vota votando al justicialismo?”). Sus palabras del martes, cuando anunció la ruptura, fueron similares, pero el contexto altera las cosas. Conclusión: con los mismos argumentos, mientras sean módicos los niveles de exigencia popular, se pueden justificar tanto las obediencias como las disidencias.
Ninguno de los razonamientos dados a conocer esta semana remite a situaciones posteriores al 28 de junio, de lo que se infiere que el electorado entrerriano merecía de Cremer un anticipo más exacto de su comportamiento. La esposa del ex gobernador Busti compartió la lista con Raúl Barrandeguy, que opina que el oficialismo ha sido jaqueado por acciones ruralistas a las que calificó de “salvajes”. La falta de respuestas a las demandas del campo no puede ser esgrimida ahora como razón de la ruptura sin admitir al menos que fue tramposo, deshonesto, el equilibrio discursivo al que en campaña apelaron los candidatos peronistas.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)