“Es el sueño de toda una vida”

Álvaro Moreyra
“Siempre soñé con llegar a la selección”. La frase corresponde al basquetbolista Juan Pablo Cantero cuando hablaba con ANALISIS allá por junio del año pasado, momentos después de ser convocado por el coach Sergio Santos Hernández para jugar el Premundial de Puerto Rico. Allí, el equipo de Argentina conseguiría uno de los tickets para el Mundial de Turquía 2010.
A poco más de un año de esa entrevista, Juampi redobló la apuesta porque formará parte del representativo nacional que arrancará su sueño mundialista el 28 de este mes cuando enfrente a Alemania. El sueño del pibe hecho realidad. No existe deportista en el mundo que no se ilusione con vestir los colores de su seleccionado, cualquiera sea la disciplina, máxime en un Mundial. El orgullo de calzarse la camiseta del seleccionado es un privilegio que muy pocos pueden contarlo.
Aunque para ello hay que dejar muchas cosas de lado, hay que resignar mucho tiempo, hay que hacer a un lado la realidad y focalizar el objetivo. El esfuerzo, el sacrificio, son premiados con el paso del tiempo. Eso queda demostrado al observar a un deportista festejar un gol, un record, una nueva marca o bien formar parte de algún evento importante.
Es cierto que los deportistas de alto nivel están más allá de la realidad de cualquier laburante. También es cierto que todavía les queda el orgullo y la humildad para seguir celebrando, llorando o insultando después de un partido. Son sensaciones tan abstractas que no muchos tienen la capacidad de ver y solamente se refugian en las importantes sumas de dinero que perciben. Es que poco saben del sacrificio y el esfuerzo que hay que hacer para cumplir una meta. Habrá excepciones, claro está, pero son las menos.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)