No todo tiene precio

D. E.
Fueron socios, amigos, compinches y ahora también cómplices. La última vez que se vieron en Tribunales, en una situación parecida, de alguna manera, se quebró una relación de casi 20 años entre Eduardo Macri y Gustavo Borrajo, en eso de cubrirse todo el tiempo en torno a negocios con el Estado y el mal uso de dineros públicos. El abogado Borrajo –quien en los últimos tiempos se dedicó, fuera de su profesión, a manejarle las cuentas en el exterior a algunos hombres del justicialismo, producto de negocios espurios- estaba en el banquillo de los acusados, en una causa en la que terminó condenado y su hasta entonces amigo Macri, al declarar, marcó una distancia que, de alguna manera, lo sorprendió y molestó. El ex ministro de Economía y ahora funcionario de la comuna de Paraná fue como que miró para otro lado y su testimonio en el tribunal enjuiciador lo anexó como un elemento importante, para después sentenciarlo a Borrajo, a que cumpla una pena de prisión condicional, por negocios incompatibles con la tarea de funcionario público, durante la segunda administración de Jorge Busti. Hubo distancia, pero, evidentemente, fue por un corto lapso, porque al poco tiempo siguieron con sus negocios y andanzas, por más que para la gente siempre trataron de aparecer “peleados”.
Esta vez ambos llegaron a una indagatoria al Juzgado de Instrucción de Ricardo Bonazzola, por la denuncia de un ex trabajador de la empresa Inenco, a la que siempre estuvo vinculado Macri y Borrajo como asesor, a quien le falsificaron una documentación a la hora de despedirlo, para acreditar un pago inexistente. Tal documental Macri y Borrajo la presentaron ante el Juzgado Laboral número 3 de Paraná, a cargo de Nancy Bautista y derivó en un impulso de oficio, ante el reclamo de José María Ramón Andino, quien desmintió que hubiera recibido pago alguno de parte de Inenco.
Historia de relaciones
La empresa de cartón corrugado tiene sede en proximidades de Santo Tomé y Macri se incorporó a ella -aunque en los papeles figura como un simple empleado- a poco de finalizado el segundo gobierno bustista. Uno de los inversores de tal firma era el empresario Jorge Paviotti, oriundo de Concordia, quien en esos tiempos optó por vivir en Santa Fe. Se transformó en dueño de Forestal Sauce Viejo, de La Minera SRL, apostó a Inenco y se quedó con Canal 9 de Paraná –junto al actual senador provincial Raúl Taleb (PJ-Diamante), a través de Bopavisión-, donde ubicó como gerente a Gustavo Borrajo. Fue en ese entonces también en que Paviotti y Borrajo compraron juntos un departamento en Miami. Los registros catastrales de la lujosa ciudad norteamericana -a los que accedió ANÁLISIS- muestran que ambos, junto a una mujer, siguen siendo propietarios.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)