Hinchas de Central entraron al Grella y hubo incidentes

Crónica de una debacle anunciada

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Álvaro Moreyra

Lo que tanto se venía hablando. Lo que era un secreto a voces. Lo que se anunciaba con bombos y platillos. De lo que hablaba toda la ciudad durante toda la semana. Finalmente sucedió y las personas que tenían que tomar cartas en el asunto no lo hicieron en su debido momento. Y tampoco lo hacen ahora. Podría haber sido una real tragedia.

El sábado hubo un partido de fútbol en Paraná. Un gran cotejo se disputó en el Estadio Presbítero Bartolomé Grella. Uno de los equipos más grandes del país llegó a la ciudad y enfrentó a Patronato. Rosario Central vino con todas sus figuras y trajo consigo toda una maquinaria que por estos lados todavía no es común observar. Una infraestructura que solamente vemos a través de la pantalla chica. Toda una industria que, lamentablemente, siempre se sale con la suya. La violencia, como nunca antes se vio, dijo presente en la capital entrerriana y eso que en la Primera B Nacional no pueden ingresar hinchas del equipo visitante.

Con esto quedó evidenciado que ninguna institución está preparada para recibir un espectáculo de tamaña envergadura. Que se deberán capacitar o bien escuchar la experiencia con personal idóneo y adiestrado en la materia. Que el trabajo de inteligencia deja mucho que desear y ni hacer referencia a los operativos de seguridad.

Esto es la Primera B Nacional, ya quedó atrás el fútbol semiprofesional de los torneos de ascenso, y es necesario, cuanto antes, profesionalizar a todas las patas que hacen que un espectáculo deportivo salga de la mejor manera.

Hay una imagen conseguida por un matutino de Paraná que por estas horas está recorriendo el país. Muestra a un individuo portando un arma en su mano derecha; eso deja a las claras que pudo ser un verdadero escándalo.

Además, entraron al estadio más de 300 hinchas de Rosario Central, “hazaña” de la que se jactan en su página web. La presencia de la hinchada visitante, tristemente, generó la reacción de la parcialidad local, que después se enfrentó con la Policía produciendo incidentes que mantuvieron detenido el partido durante varios minutos.

Desde la mañana del lunes hasta bien entrada la noche del martes, ANALISIS intentó conseguir la palabra de aquellas personas que deberían al menos hacer un mea culpa o dar las explicaciones del caso sobre lo sucedido el sábado alrededor de las 20. No hubo respuestas desde las altas esferas de la Policía de Entre Ríos, los dirigentes también apagaron sus teléfonos celulares y solamente uno respondió a la requisitoria de este semanario, aunque sus declaraciones dejan mucho que desear porque intentó minimizar los hechos, y en verdad lo que sucedió en el Grella encendió más de una luz de alarma.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)

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