Pintura y leche

Federico Malvasio
Dos causas relevantes, no por tanto por el hecho sino por los imputados. En una de ellas están involucrados el actual funcionario municipal Eduardo Macri y el ex funcionario bustista Gustavo Borrajo. Ambos fueron acusados por “estafa en concurso ideal con falsificación de documento privado”. La otra tiene como implicados a dos primos de la vocal del Superior Tribunal de Justicia (STJ), Claudia Mizawak. El padre de la magistrada y ex fiscal de Estado en su momento estuvo en la mira, pero quedó afuera del asunto. Los casos, que fueron dados a conocer por ANALISIS, llegan a su etapa final.
Historia de una estafa
Miriam Pross y Fernando Martínez decidieron en 2001 comprar un auto para ponerlo a trabajar de remís. El vehículo de segunda mano, un Fiat Duna CSD, estaba a la venta en la firma Sol Autos, de Sergio y Jorge Mizawak, en calle Perón y Villaguay, a un valor de 7.800 dólares. La pareja decidió adquirirlo con una primera entrega de 3.300 pesos dólares en efectivo, para luego saldar el resto en 24 cuotas de 323 pesos cada una.
Consumada la operación y entregado el adelanto Pross y Martínez no se pudieron llevar el auto, ya que este se encontraba en el taller de la firma por cuanto faltaban detalles de terminación de reparaciones que se le había realizado, razón por la cual convinieron con el vendedor que lo retirarían cuando estuviera listo.
Los días pasaron y frente al reclamo no había respuesta. En una de las visitas al local para insistir con la entrega uno de los encargados le informó a Martínez que el automóvil había sido retirado por su propietario y quien lo había entregado para la venta, Miguel Montero. Sergio Mizawak les prometió a sus clientes conseguirles otro de las mismas características. Pero eso nunca ocurrió.
Entonces, la pareja desistió de la operación por incumplimiento y exigió, a través de cartas documento, que se le devolviera la plata en afectivo y los 25 pagarés obrantes en poder de los vendedores. Los hermanos Mizawak no acusaron recibo.
Lo cierto es que los muchachos le habían dado los documentos para ejecutar a su tío Jorge Abraham Mizawak por la deuda. Este hombre decidió cobrar los títulos valores otorgados a nombre de la joven pareja sabiendo que se trataba de una deuda falsa e inexistente, aunque en la Justicia este dato fue lavado y manipulado por él, quien luego quedaría imputado. La presentación iba a ser llevada adelante por su hija Claudia, hoy vocal del STJ.
La causa, en la que se imputan los delitos de defraudación por retención indebida (no se devolvió el dinero y ni los pagarés a la pareja) y estafa procesal, tramitó en el Juzgado Civil y Comercial Nº 3 a cargo de Valentía Ramírez Amable, quien falló a favor de los Mizawak y ordenó la ejecución. Don Mizawak sólo fue imputado por el segundo delito, mientras que sus sobrinos lo fueron por los dos. Las víctimas apelaron el fallo de primera instancia. La cámara laboral con competencia civil a cargo de Edgardo Cossy pidió el expediente y detectó el delito de retención indebida. En esa oportunidad se decretó que se suspendiera la ejecución de los documentos hasta tanto se aclarara el tema en sede penal. El padre de la vocal dijo en la indagatoria desconocer la proveniencia de los títulos para ejecutar. Raro, porque cuando se presentó en Tribunales para ejecutar los títulos valor relató que él mismo le había prestado la plata (en documentos) a Pross y Martínez para comprar el Fiat.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)