Los sonidos del silencio

Martín Gerlo
“Llegó Raquel Negro y la pusieron en la habitación donde estaba la guardia. Me contó que venía del cautiverio de (La quinta de) Funes y de su nenito. El suboficial (Juan) Vergara me mandó a que la atendiera. Me dijo: ‘no hablés con ella’”, señaló en la introducción a su declaración una de las enfermeras, anticipando un relato valiosísimo.
El último de los cinco testimonios brindados al Tribunal este jueves 1 de septiembre fue certero, revelador, emocionante y de una valentía admirable. El contraste con la desmemoria de los médicos de guardia del nosocomio, Alfredo Berduc y Juan Ferrarotti, hizo que vierta aún más luz de la que la declaración en sí misma contenía sobre los hechos que se investigan.
“Los bebés nacieron. Ella los vistió, los tocó y los abrazó. Después se los llevaron. Me dijeron que el niño no estaba bien. Ella me preguntaba: ¿qué será de mi chico? Después nació la nena”, contó entre lágrimas la enfermera, quien masticó esas palabras durante más de treinta años y ya no estaba dispuesta a callar. “Estuve en el parto nomás. Al otro día me dijeron que se los llevaron, y no supe nada hasta 2008”, señaló en referencia al momento en que Sabrina Gullino recuperó su identidad y ella pudo atar cabos con la historia que le tocó vivir tres décadas atrás: “Creí todos esos años que los chicos estaban con la madre”, remarcó.
La mujer calculó, consultada por una de las partes, que el plazo en el cual Negro estuvo en el nosocomio fue de 15 días: “Yo iba de a ratos. Los que estaban con ella eran civiles. Yo veía que hablaba con los muchachos; del hospital no eran”, reveló, aportando un dato valiosísimo que no pasó desapercibido: quienes llegaron junto a la detenida y permanecieron con ella hasta el momento de su egreso eran ajenos al lugar. “Partera o médico no eran. Eran de afuera, varones, y sacaron al chico. No estuvieron cuando nació. No eran personal del Hospital Militar” respondió concisa pero contundentemente a cada una de las preguntas que se le hacían.
“Ahí yo no vi que el chico tuviera algo. No noté nada. Si se descompensó después no lo sé. Yo no lo vi más”, manifestó, contrariando las versiones que argumentan que el hermano mellizo de Sabrina habría fallecido.
“Ella venía con los estudios hechos en Rosario”, precisó, a la vez que se excusó por no saber en qué medio había sido trasladada hasta el lugar. “La habían maltratado; eso me dijo, que la habían arrastrado”, indicó.
La enfermera reprodujo parte de sus diálogos con la madre de Sabrina, y certificó una serie de datos que se encontraban en el Requerimiento de Elevación a Juicio y en varios testimonios: era la primera vez que Raquel llegaba al lugar, estaba embarazada de mellizos y se encontraba constantemente custodiada: “En la misma habitación que ella dormía un muchacho; (no era el mismo) iban rotando”, explicó.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)