Ingresos, negocios y viajes de José Allende

Los medicamentos del diputado

Edición
973

Daniel Enz

Para el diputado oficialista no existen restricciones con el dólar ni con alguna otra moneda extranjera. De hecho, no precisa dinero de los bancos en la Argentina ni necesita rogarle a los empleados de la AFIP para que le autoricen el uso de sus dólares. Esta semana, sus empleados y amigos lo observaron descansado y reluciente, después del fin de semana largo. “Me tomé unos días en Punta del Este; tranquilo y sin problemas”, le reconoció a uno de ellos. Obviamente, siempre acompañado de su familia y la de su actual mujer, la presidenta de la fundación Esperanza. José Ángel Allende tiene empresas radicadas en Montevideo, cuentas en el Uruguay y quizás todavía mantiene la cuenta que disponía en un banco de Suiza y que solía agilizar, vía fax, a fines de los ‘90, desde el teléfono que disponía en su escritorio, en la sede gremial de UPCN Entre Ríos, en calle Santa Fe. O sea, una práctica conocida entonces, por algunos encumbrados referentes del peronismo en esos tiempos, que hasta no dudaban en concretar sus operaciones desde las oficinas de la Casa de Gobierno. “Y está visto que los muchachos aprenden de los negocios”, suele acotar un viejo dirigente, ya fuera del poder, pero con conocimiento al dedillo de tales prácticas.

Aunque la investigación preliminar ordenada por el procurador general del Superior Tribunal de Justicia, Jorge García, recién está en sus primeros pasos en el Juzgado de Instrucción que conduce Marina Barbagelata, obviamente, nadie puede calcular, a ciencia cierta, cuál es el patrimonio ni el nivel de ingresos y egresos del actual presidente de la Cámara de Diputados de Entre Ríos. Sucede que Allende tiene una contabilidad en blanco -como muchos dirigentes políticos y gremiales-, que se puede ver en papeles, con inversiones inmobiliarias ostentosas -lo que le resultaría difícil justificar-, pero no muestra los ingresos millonarios anuales a partir de acuerdos ocultos de determinados negocios, como el caso de los medicamentos.

--¿Y con quién es ese acuerdo? -preguntó ANÁLISIS.

--Con el Colegio de Farmacéuticos de Entre Ríos -fue la respuesta de una alta fuente, conocedora del tema.

La citada entidad tiene, al igual que otras organizaciones, un convenio con el Instituto de la Obra Social de Entre Ríos (IOSPER) de 10 millones de pesos mensuales. El negocio se maneja a través de determinadas droguerías, cuyo margen de ganancia oscila el 8 por ciento, o sea, 800.000 pesos. “Allende tiene un acuerdo político y económico -a partir de su incidencia en sectores de la cúpula del IOSPER-, que le determinan un ingreso mensual de alrededor de 200 mil pesos”, dijo la fuente. En el esquema del negocio aparece la empresa Indosur Sociedad Anónima, con sede central en Capital Federal, pero también en Paraná. Primero estaba en calle Paraguay 19 y ahora tiene las oficinas en Salta 631. El titular de la sociedad es Aldo Alfredo Otero.

(Más información en la edición gráfica número 973 de la revista ANALISIS del 23 de agosto de 2012)

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