El sueño del negocio propio

Cumplir el sueño de la casa propia suele demandar años de trabajo, aún así la frustración puede terminar siendo el resultado. Esto es lo que le pasó a un grupo de 24 militares que se asociaron para comprar un terreno donde edificar dos torres de 12 pisos cada una. Lograron aportar dinero, compraron el espacio y sin embargo el crédito que gestionaron antes el Instituto de la Vivienda del Ejército (IVE). Así, el sueño se vio frustrado y algunos se hicieron de parte del dinero que entregaron mientras otros deambulan por la Justicia porque entienden que no se les respetó el dinero aportado, no recuperaron lo que esperaban y que dos de los integrantes de esa asociación hicieron jugosos negocios para sí mismo.
“Torres del Parque” se llamaba el proyecto que no alcanzó a construirse. La unión de los militares en pos de ese proyecto se dio bajo la figura de una asociación civil que debía haber regido sus actos por medio de asambleas de socios.
Martín Comaleras y Jorge Roldán Olivera son dos ex socios que aportaron para la compra del terreno y que se negaron a recibir la parte que, según les decían quienes manejaban el negocio, le tocaba por la venta posterior de ese terreno.
La historia comienza por el año 2005, con la compra del espacio en calle Córdoba 629. Dos militares motorizaban el proyecto: Luis Horacio Esquivel y Ricardo César Gieco. El dinero para levantar las torres debía venir del mencionado instituto militar, pero entre los socios tenían la íntima convicción de que mientras Esquivel y Gieco estén al frente de la iniciativa, la entidad no aportaría los fondos. De hecho, los dos militares ya habían sido la cara visible de un emprendimiento inmobiliario que sí llegó a construirse en calle Cervantes, entre Catamarca y Tucumán.
(Más información en la edición gráfica 975 de la revista ANALISIS correspondiente al 27 de septiembre de 2012)