Quemá esas cartas

Jorge Riani
A la clase política le gusta hablar con tono grandilocuente. A los oficialismos en especial, y en tiempos de campaña preferentemente. Eso explica que cuando se convocó a reformar la Constitución de la provincia se habló de las bondades, necesidades, necesidad de madurar, y un largo etcétera que lograríamos si la vieja y progresista constitución era reformada.
Pese a eso, muchas cosas quedan en la letra. Los concursos para ocupar lugares clave del Estado, por caso, que es un mandato que el gobierno viola de manera sistemática.
Y algo más o menos parecido ocurre con la posibilidad que la Constitución da a los municipios para que creen sus propias cartas orgánicas. En este caso no hay violación a la letra. No se trata de una obligación, sino una de una posibilidad. Una posibilidad de crear las cartas orgánicas que está prevista en la Constitución de Entre Ríos, desde 2008, pese a lo cual ninguna avanzó en ese sentido.
(más información en la edición gráfica número 1011 de ANALISIS del jueves 9 de octubre de 2014)