Siempre hay una primera vez

Álvaro Moreyra
Que siempre hay una primera vez para todo no es ninguna novedad. De hecho en cualquier ámbito de la vida se pueden apreciar ejemplos que dan fe de esta frase escuchada en innumerables ocasiones a lo largo de nuestro recorrido por este mundo.
Siempre hay una primera vez para todo. La primera palabra, los primeros pasos o el primero, el primer día de escuela, el primer 10, o el primer aplazo.
Ya más grandes, o no tanto, el primer amor, el primer beso, la primera vez. En fin, hay una inmensidad de ejemplos que podrían llenar páginas enteras, pero no es la idea, si no que la intención es introducir al lector en algo, quizás para varios, menos importante, pero que para otros se trata de exactamente lo opuesto, y lo catalogan como una hazaña o epopeya.
El fútbol está lleno de estas posibilidades: el primer título, la primera vez en la A, la primera clasificación a un certamen continental, en fin hay miles de posibilidades.
Sin ir más lejos en la Primera División del fútbol argentino, en el Torneo Clausura de 2012, Arsenal de Sarandí levantó su primera corona. O en el anterior semestre de este año, Defensa y Justicia llegó por primera vez a la elite de la AFA.
Pero tampoco hay que viajar varios kilómetros, ni tan atrás en el tiempo como para encontrar ejemplos en el fútbol lugareño, en el chacarero, en el de acá de Paraná y zona de influencias, porque este último fin de semana tres equipos alcanzaron, quizás y por ahora, sus momentos de mayor gloria.