El ocaso del legislador

No obstante, en el partido gobernante se entiende que de ganar Daniel Scioli la Presidencia, habría un compromiso para que Urribarri pase a integrar un futuro gabinete. Otros, más críticos, señalan que Scioli no olvida a quienes lo fustigaron con dureza en estos últimos tiempos y está claro que uno de los principales fue el gobernador entrerriano, en su búsqueda de posicionarse a nivel nacional por lo fue su frustrada idea de ser el candidato bendecido por Cristina Fernández, cuestión que nunca ocurrió. Si Urribarri logra ese ascenso a lo nacional son dos los diputados entrantes que más suenan para presidir la Cámara Baja: el ministro de Cultura y Comunicación, Pedro Ángel Báez y el actual intendente de Gualeguaychú, Juan José Bahillo. O sea, dos futuros legisladores que no tienen buena relación entre sí.
Báez también suena como posible jefe de Gabinete de un próximo gobierno de Gustavo Bordet, en función de una larga amistad entre ambos, que data de mediados de la década del ’80, cuando el actual ministro residió en Concordia (donde fue a estudiar Ciencias de la Alimentación) y junto con el intendente concordiense lideraron la Juventud Universitaria Peronista en el ámbito universitario.
Lo único concreto hasta ahora es que a Allende “le bajaron el pulgar” en Diputados. “Va a tener más tiempo para hacer negocios y para transformarse nuevamente en líder sindical de los gremios estatales”, indicó a ANÁLISIS alguien de su proximidad. En verdad, su precandidatura estuvo a punto de naufragar (pese a la alianza que había formalizado con el ahora precandidato a vicegobernador, Adán Bahl), pero hubo que acceder a su exigente pedido, a fin de lograr suficientes garantías para que pueda seguir manteniendo inmunidad parlamentaria, ante las causas por enriquecimiento ilícito y negocios incompatibles con la función pública, iniciadas a principios de 2012, tras denuncias periodísticas publicadas por esta revista.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS del 30 de julio de 2015)