Un año no tan Próspero

Álvaro Moreyra
Hay apellidos que automáticamente se emparentan con algo. Son muchos los ejemplos, que no viene al caso citar aquí, pero hay uno que sí, porque en torno a ese apellido girará lo que sigue. Hacer referencia al apellido Bonelli es hablar automáticamente de automovilismo. Y eso no ocurre solamente en su Concepción del Uruguay natal; es algo que sucede a escala nacional. Se trata de una familia que respira el olor de un taller, desde Próspero Bonelli (padre), figura de los monopostos allá por la década del ’70, hasta Próspero (hijo) y Nicolás, hoy dos de los pilotos del Turismo Carretera, el primero con gran recorrido por las categorías más importantes de Entre Ríos.
Tanto Pope como Nico son de los pocos protagonistas del TC que no solamente se suben al auto para probar, clasificar y luego competir, sino que también, cuando están debajo del Ford, son los mecánicos de esas unidades que llevan a más de 200 kilómetros por hora.
Se trata de una estirpe de las que prácticamente no quedan referentes, acaso de los pocos pilotos que no solamente arman sus autos sino que también están a la expectativa para que todo marche sobre ruedas en la logística. No caben dudas de que ambos podrían catalogarse como verdaderos artesanos, que además llevan adelante todo a pulmón, lejos de las comodidades de los pilotos de equipos oficiales que solamente se dedican a correr.
A pesar de todo ello, lo cierto es que hoy por hoy el presente de los Bonelli no es el mejor. Es que no hace mucho tiempo se supo que su principal sponsor decidió no aportar más la mayor parte del presupuesto para el team.
Noelma buscará resguardarse en el contexto de crisis económica y por ahora los hermanos Bonelli sólo cuentan con dinero para encarar los 1000 Kilómetros de Buenos Aires y después, tal vez con un auto, la prueba que se llevará adelante en el autódromo de Termas de Río Hondo, en Santiago del Estero.
Sabido es que la situación económica que atraviesa el país no es la mejor y los números no arrojan buenas perspectivas, al menos para lo que resta de este 2017. Salvo honrosas excepciones, son mayoría los que vienen sintiendo de un tiempo a esta parte los cimbronazos de una economía en crisis y, lógicamente, el contexto tampoco es el mejor en algunas actividades deportivas.
Tampoco son pocos los pilotos que viven diariamente los avatares de la falta de aportes para conformar sus respectivos presupuestos, algo que les pasó a los Bonelli, pues ya es un hecho que su principal sponsor dejó de patrocinarlos y el futuro post carrera de Buenos Aires es una real incógnita.
La palabra de Pope
Desde Concepción del Uruguay, el más grande de los Bonelli charló con ANÁLISIS y contó sobre el presente que atraviesa el equipo Bonelli Competición.
No caben dudas de que la acuciante situación económica castiga a varios ámbitos de la sociedad y si bien la que roza al deporte es secundaria, pues no repercute como en otras esferas, no deja de golpear y preocupar.
“La parte complicada creo que pasó. Por ahora venimos bien, ya sabemos que es un hecho que Noelma no nos va a acompañar más. De todas maneras hemos hablado con las otras empresas que nos apoyan y, afortunadamente, aceptaron hacer un esfuerzo mayor para seguir dándonos una mano, incluso con un dinero mayor. Además en estas últimas semanas apareció una marca nueva como sponsor y si bien no se trata de un gran aporte en cuanto al dinero a nosotros nos sirve”, contó Pope en el comienzo de la charla.
(Más información en la edición gráfica número 1063 de la revista ANALISIS del jueves 27 de julio de 2017)