Las causas de Gustavo Rivas y de Nahir Galarza, próximas a ventilarse en sucesivos juicios

Por Nahuel Maciel
(Especial para ANÁLISIS)
Gualeguaychú y el país están a la espera de dos juicios que se inscriben como emblemáticos: el primero es el caso de Gustavo Rivas, imputado de corrupción y facilitación de la prostitución de menores, luego de que la Revista ANÁLISIS publicara el 27 de julio del año pasado, bajo la firma de su director Daniel Enz, los abusos que durante varias décadas cometió el afamado abogado contra menores de edad en la ciudad. El segundo es más mediático y gira en torno al homicidio del joven Fernando Pastorizzo, ocurrido en la madrugada del 29 de diciembre de 2017, por cuya muerte está imputada su ex novia Nahir Galarza bajo la figura de homicidio calificado por el vínculo y agravado por el uso de arma de fuego y según la querella, por alevosía.
Si bien todo caso penal es importante, el de Rivas se puede caracterizar de histórico porque se logró romper con más de cuarenta años de impunidad en uno de los delitos más aberrantes: la corrupción y prostitución de menores.
En diálogo con ANÁLISIS, la fiscal que lleva adelante la Investigación Penal Preparatoria (IPP), Martina Cedrés, se mostró confiada en lograr una “condena contundente y ejemplar” por la “cantidad de pruebas testimoniales y documentales” que son abrumadoras.
Hasta el momento en el expediente se han presentado ocho víctimas y más de cincuenta testigos que corroboraron la investigación original de ANÁLISIS y fueron clave para que en la sociedad se comenzara a percibir a Rivas como lo que realmente es: un abusador serial; un hombre que se valió de la amistad familiar para elegir a sus víctimas y un abusador que no tuvo límites y gozó de la impunidad.
Los hechos que abarca la investigación de la Fiscalía sorprenden porque datan desde 1977 hasta 2010. Cuenta con más de 200 fotografías explícitas sobre los abusos de menores, con mucha imágenes de grupos donde se observan a menores de edad totalmente desnudos, la mayoría hoy adultos y algunos de ellos con signos visibles del infierno que debieron atravesar, tanto individual como familiarmente, pero también en lo social y laboral.
A esto se le suman al menos tres videos en Súper 8, donde aparece una de las víctimas que se animó a denunciar a Rivas y cuyo registro no deja margen para ninguna duda.
Es decir, la Fiscalía no sólo cuenta con el relato de ocho víctimas y más de cincuenta testigos, sino que además con fotografías y videos específicos ubica a esas mismas víctimas con Rivas en situaciones claras de corrupción de menores.
(Más información en la edición gráfica número 1074 de la revista ANALISIS del jueves 15 de marzo de 2018)