
Este 30 de abril vence la concesión de la Hidrovía Paraná-Paraguay.
El Colectivo de Trabajadores por la Ventana hizo público su posicionamiento respecto al vencimiento de la concesión este 30 de abril y el llamado a licitación nacional e internacional de la Hidrovía Paraná-Paraguay. En un comunicado de prensa titulado “¿Soberanía o dependencia?”, la agrupación rechazó el proyecto "neocolonial extractivista y saqueador”.
El presidente de la Nación, Alberto Fernández, firmó el Decreto 949/2020:
“En su ARTÍCULO 1°, dispone: Delégase en el MINISTERIO DE TRANSPORTE la facultad de efectuar el llamado y adjudicación de la Licitación Pública Nacional e Internacional, por el régimen de concesión de obra pública por peaje, para la modernización, ampliación, operación y mantenimiento del sistema de señalización y tareas de dragado y redragado y mantenimiento de la vía navegable troncal comprendida entre el kilómetro 1238 del Río Paraná, hasta la Zona de Aguas Profundas Naturales, en el Río de la Plata exterior, hasta la altura del kilómetro 239,1 del canal Punta Indio, por la vía del Canal Ingeniero Emilio Mitre y el Río Paraná de las Palmas, Río Paraná Bravo, Río Paraná Guazú, Río Talavera, Río Paraná–Océano Atlántico, a riesgo empresario y sin aval del Estado”.
En el comunicado enviado a ANÁLISIS, el colectivo señaló: “El corredor natural de transporte fluvial de más de 3.400 km de largo se extiende a través de los ríos Paraná y Paraguay, y permite la navegación continua entre los puertos de Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay. Un inmenso sistema hídrico denominado “Cuenca del Plata”, que comprende a una vasta región de algo más de tres millones de kilómetros cuadrados de superficie cuyas aguas superficiales descargan en el Río de la Plata”.
“La Hidrovía es el conjunto de ríos y canales que atraviesan el Río de la Plata y el Río Paraná para unir más de 80 puertos. Por ella circulan 70.000 millones de dólares por año del comercio exterior: el 80% de los granos y derivados, el 90% de los containers y el 100% de los autos que comerciamos por vía acuática con el mundo dependen de este canal. El peaje es de 3,06 dólares por tonelada de registro neto (TRN), una medida de capacidad de los buques. Los actuales concesionarios son la belga Jan de Nul N.V. y la argentina Emepa S.A – empresas parasitarias subsidiadas por los distintos gobiernos durante 25 años-”, se detalló en el documento.
En la misma línea se recordó que “durante el menemismo en la década de los 90 se entregó a multinacionales, a precio el vil, el patrimonio público construido por generaciones de argentinos. La hidrovía y los puertos privatizados fueron parte de esa entrega, y al mismo tiempo se desmantelaba el estado y los controles fiscales desaparecían para quedar en manos de los propios agentes económicos del libre mercado”.
“La recolonización de los territorios obedece a una geo-estrategia, en disputa, de potencias imperialistas europeas, americana y China que encontraron anclaje en personajes reciclados de los 90 dispuestos a continuar con la entrega de la soberanía. Esa hegemonía de las clases dominantes está dando continuidad al modelo de acumulación capitalista de depredación de nuestros bienes comunes que nos encaminan a la catástrofe planetaria”, se acotó.
“Estamos hablando de un proyecto extractivista de saqueo y contaminación que involucra al Río Paraná pensado para generar dólares para el pago de la deuda pública fraudulenta, usurera, ilegal, odiosa e ilegítima”, se marcó.
De ese modo, el Colectivo de Trabajadores determinó:
● “Rechazamos al proyecto neocolonial extractivista saqueador del Gobierno de Fernández/Bordet en una región clave y estratégica conocida como la zona de la “República de la Soja” que involucra a los países integrantes del mercosur en el mismísimo lugar donde están las reservas de agua dulce clave como el Acuífero Guaraní amenazada por privatizaciones, cotizaciones en bolsa y disputas imperialistas.
● Advertimos sobre el daño ambiental provocado con 70 millones de tala de monte nativo, con la duplicación de la siembra desde los 90 con el paquete tecnológico de fertilizantes y agrotóxicos, con concentración y extranjerización de la tierra y expulsión de comunidades originarias y pequeños propietarios. No se puede entonces desconocer que nuestros ríos están siendo el reservorio saturado de pesticidas como consecuencia del modelo agropecuario tóxico dependiente.
● Alertamos que el dragado y la profundización del cauce implican la modificación geomorfológica de gran impacto ambiental para todos los seres vivos es decir la biodiversidad.
● Sostenemos que las vías de comunicación tienen que ser accesibles, acercar, integrar y estar al servicio de los pueblos y no de los negocios. No tienen que afectar la biodiversidad y el hábitat porque los humanos somos parte de la naturaleza y no ajenos a ella. Tenemos que ir a otra forma de vivir más planificada desde el interés comunitario en convivencia con los otros seres vivos en complementariedad y reciprocidad.
● Denunciamos que la hidrovía sin controles del estado facilita el narcotráfico, la trata de personas y contrabando (legalidad fraguada).
● Proponemos recuperar la Junta Nacional de Granos para que lleve el control de la producción: ¿qué, cómo y para quién?, necesitamos la diversificación productiva, con precios máximos y mínimos, derechos de exportación y fomento crediticio. Además tiene como principal tarea la soberanía alimentaria es decir erradicar el hambre del país con alimentos orgánicos sanos sin venenos.
● Necesitamos nacionalizar el comercio exterior para que evite las fugas de divisas, facturaciones apócrifas y el contrabando. Esto generaría recursos propios para el desarrollo de la actividad evitando pagar transporte.
● Recrear la flota de transporte fluvial, de carácter interno, haciendo un gran aporte a las conexiones y vinculaciones sociales, culturales, económicas comerciales.
● Afirmamos que el Río, las vías navegables y los puertos son estratégicos y deben estar en manos del estado sacándole el negocio a las multinacionales privadas. No habrá desarrollo autónomo del país en la dependencia de ventas de materias primas.
● Sostenemos que con estas políticas se coarta la posibilidad de un desarrollo ferroviario más limpio y barato, de una marina mercante soberana y el desarrollo de astilleros que ocupen trabajadores. Si se reactivara la industria naval generaría puestos de trabajo digno y calificado. Aquí se dirime el presente y el futuro geoestratégico nacional”.