
“No vivo tranquila”, alertó. (Foto: El Once)
Viviana Escobar reclamó por la seguridad de su hijo y suya propia luego de que los agresores del joven, a quien le realizaron tres disparos el año pasado, quedaran en libertad condicional, sin tobilleras, y debiendo cumplir una orden de restricción de mil metros de su hogar y del trabajo de su hijo.
En diálogo con ANÁLISIS, Viviana recordó que el hecho ocurrió el año pasado, por el que están acusados dos hermanos, un mayor de edad y un menor. “En ese momento los apresaron y a los 3 días les dan arresto domiciliario. Durante los 14 días que mi hijo estuvo en terapia ellos me acosaban a mí y me perseguían, y yo hice todas las denuncias y les pusieron tobilleras”, comentó.
“Ahora va a ser un año de esto y el juez Labriola pidió una audiencia de revisión y le sacan las tobilleras a los chicos. Dijo que era por la pandemia, pero le dije que no eran fundamentos suficientes, porque a ellos les pusieron la tobillera porque me acosaban a mí. Y cuando mi hijo volvió a trabajar se le aparecían en el trabajo, se me aparecieron en la puerta de mi casa. De eso hay pruebas porque habían cámaras de seguridad. Son un menor con antecedentes y un mayor que hacía 15 días que había salido del penal cuando le disparó a mi hijo”, describió.
“Les dicen `los Surus´, el mayor es Alexander Silva”, dijo sobre los agresores. Y agregó sobre la audiencia realizada el pasado 25 de junio: “El juez resolvió sacarle las tobilleras y mil metros de restricción de mi hijo, mi casa y del trabajo de él. Pero nadie me garantiza eso”, alertó. Y agregó: “Hoy me llamó mi abogado (Walter Rolandelli) porque tenía audiencia a las 16, estoy esperando novedades. Porque supuestamente había pruebas de que no habían cumplido con esto de no acercarse al barrio Jauretche, dice que los vieron ahí, que es uno de los lugares a los que no pueden ir”.
“Son mil metros del trabajo o de mi casa. Pero, ¿y en el trayecto, o en la vuelta? No vivo tranquila”, insistió.
Consultada sobre el juicio y si hay expectativa de que se desarrolle este año, contó: “El juez Labriola me dijo que estos casos que son muy graves tienen prioridad, pero este año ya creería que no. Para mí va a ser el año que viene. Pero por lo menos que tengan la tobillera”, reclamó.
“Yo le dije al juez que lo hacía responsable a él a partir del 25 de junio que le dio la libertad condicional con esas restricciones si a mi hijo le pasaba algo. Él me dijo que no iba a permitir que yo lo amenazara, pero le dije que no lo estaba amenazando, que si el quería lo anote, lo grabe o escriba, que yo lo hacía responsable. Si él le da la libertad, él es responsable de ellos, no yo ni mi abogado ni el fiscal”, recalcó en diálogo con este medio.
“Yo me cuidé mucho por el Covid y tuve que salir cuando le pasó esto a mi hijo, que fue cuando comenzó recién la pandemia y estaba todo muy complicado. Que no pongan de excusa la pandemia”, reclamó.
El fiscal de la causa es Laureano Dato.
El hecho
El joven, de 20 años, sufrió tres balazos en un ataque artero ocurrido a las 0.30 del sábado, en calle Celia Torrá y Garcilazo de la capital entrerriana, publicó El Once. Volvía de trabajar en moto a su casa del barrio Paraná XX, donde vive con su pareja y su hija. Cuando se dirigía por calle Celia Torrá, al llegar a la intersección con Garcilazo (en el límite con el barrio Jauretche), dos personas salieron de un montículo de tierra que hay en un terreno, con armas de fuego, y comenzaron a dispararles. Llevaba de acompañante a un vecino del barrio, para quien iban dirigidos los tiros. Los investigadores de la División Homicidios detuvieron a dos hermanos, uno mayor y otro menor de edad.