
El abogado defensor Raúl Barrandeguy, que representa los intereses del exgobernador Sergio Urribarri, se refirió a los pedidos de pena en el megajuicio por corrupción. “El proceso que condujo hasta este juicio se ha llevado adelante a fuerza de arbitrariedades, violaciones de garantías, escarnio mediático e ignorando completamente las intervenciones de organismos constitucionales, y hoy asistimos a una nueva entrega de aquella lógica”, afirmó.
Ayer el Ministerio Público Fiscal solicitó 12 años de prisión para el exmandatario y actual embajador en Chipre e Israel. “No hay pruebas ni testigos que acrediten las acusaciones”, aseguró y sumó: “Es un acto draconiano y no de razón”.
Sostuvo que “el desarrollo que han hecho los fiscales de ninguna manera ha logrado conmover el estado de inocencia de los imputados; no han podido fundamentar sus conclusiones”. Manifestó que “el planteo resulta decididamente absurdo desde el momento en que la propia fiscal reconoció en su alegato de cierre que no hay pruebas ni testigos que acrediten las acusaciones”.
Para Barrandeguy el pedido de condena “es solo un acto draconiano, de odio y no de razón, que solo responde a energías políticas”, e indicó que “de alguna manera no nos ha sorprendido porque como manifestamos al inicio de este juicio, Urribarri viene siendo perseguido por un frenesí condenatorio que no puede probar nada”.
“El proceso que condujo hasta este juicio se ha llevado adelante a fuerza de arbitrariedades, violaciones de garantías, escarnio mediático e ignorando completamente las intervenciones de organismos constitucionales, y hoy asistimos a una nueva entrega de aquella lógica”, afirmó.
Finalmente, el letrado manifestó que “este pedido es solo la visión de una parte, que desde luego no consideramos correcta y que tampoco quiere decir que sea la opinión del tribunal; ahora será el turno de exponer nuestras opiniones”.