
Los oficiales de la Policía de la Ciudad Gabriel Isassi, Fabián López y Juan José Nieva fueron condenados a prisión perpetua por el asesinato de Lucas González, futbolista de las inferiores de Barracas Central, y las tentativas de homicidio de los tres amigos que iban con la víctima en el auto que fue baleado por los efectivos el 17 de noviembre de 2021. Los consideró autores de “homicidio agravado por alevosía y odio racial”.
Además, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°25 dictó duras penas de entre 3 y 8 años de cárcel a seis de los otros 11 efectivos de la fuerza que estuvieron en el banquillo de los acusados; cinco fueron hallados culpables de encubrimiento y uno, de torturas. Otros cinco policías fueron absueltos y se ordenó su inmediata libertad.
Por otra parte, los jueces ordenaron investigar al jefe y al subjefe de la Policía de la Ciudad a partir de las manifestaciones que, en sus últimas palabras, hizo el imputado Ángel Darío Arévalos, quien afirmó que su familia y la de otros subalternos había sido contactada por dos abogados para que callaran sobre el contenido de una reunión en la que se ventilaron detalles de la actuación policial en el caso. Esa causa se sumará a la que ya tramita ante el juzgado en lo criminal N°7, en relación con el señalamiento que, durante el juicio, otro de los imputados hizo en contra el jefe de la fuerza, Gabriel Berard.
“¡Vamos, Lucas!”, fue el grito que brotó desde el sector de la sala AMIA de los tribunales de Comodoro Py destinado al público que presenció el fallo. Hubo una lluvia de aplausos. Los familiares de los cinco absueltos, en tanto, se pusieron a llorar y repetían “se hizo justicia”.
“¡Lucas está presente, Lucas está presente!”, gritaban, media hora después del fallo, unas 100 personas que llegaron a los tribunales de Retiro para acompañar a los padres de la víctima. Los gritos son acompañados con el frenético ritmo de redoblantes y bombos.
“Se hizo Justicia. Se demostró el racismo. Me saqué una mochila de mi espalda. Hay un antes y un después. A Lucas le arrebataron su sueño, pero no se los van a arrebatar a otros chicos. Estoy orgulloso de ser el padre de Lucas González”, dijo el papá de Lucas, que unos instantes antes había mostrado el tatuaje con la imagen de su hijo que se hizo en la espalda.