
El detalle del mega proyecto inmobiliario del que se ha conocido poco en los últimos años.
No pocas personas se preguntan ¿qué es lo que pasó con el shopping proyectado en el exhipódromo de Paraná?
El programa Cuestión de Fondo (Canal 9 Litoral) realizó un informe en donde se repasó la historia del proyecto y a través de ella la serie de conflictos que fueron surgiendo a raíz del mismo. Además, los nombres de los empresarios que compraron terrenos en los alrededores del mega emprendimiento comercial y las obras proyectadas para este mismo año.
Repaso histórico
El Jockey Club había entrado en una crisis que fue profundizándose y terminó en quiebra gracias a la presentación de Claudio Martín Carminio, quien supo ser abogado del Jockey y lo demandó por una suma de alrededor de $12.000 de honorarios. En ese contexto, la vieja Comisión Directiva inició una serie de negociaciones con empresarios para poder paliar la situación. Primero fue el turno de Goette (actual dueño de La Peruana y un boliche del Thompson, entre otras inversiones), pero hubo diferencias en cuanto a lo económico. Luego fue el turno de un grupo empresario muy importante a nivel nacional, ni más ni menos que el grupo Macri, pero todo terminó con Franco Macri yéndose muy enojado de la sede ante la negativa de los dirigentes que querían un negociar mejores condiciones a pesar de su situación.

En ese contexto aparece un empresario cordobés, Emilio Luti Álvarez, quien es convocado por uno de los integrantes de la CD. El objetivo era que Luti Álvarez se encargue de un esquema que le permita al Jockey salir con aire de esa situación asfixiante. Básicamente, de gestionar la situación. Para esto, el empresario obtuvo el mandato de una asamblea extraordinaria del club para disponer de las gestiones. Cabe recordar, que el predio del hipódromo no pertenecía al Estado, sino que siempre estuvo en manos privadas.
Se necesitaba de un gran inversor. Si bien sonó Carrefour en un momento, la primera empresa que se acercó a cerrar el proyecto fue Cencosud, pero la firma intentó acordar por detrás con el entonces gobernador Sergio Urribarri y pretendieron dejar de lado a Luti Álvarez. Sin embargo, el Jockey Club le había dado el mandato al empresario cordobés y esto le permitió avanzar con otra de las empresas multinacionales dispuestas a invertir y se cerró con el Grupo Casino, una multinacional francesa que maneja la firma Libertad que accedió a firmar un convenio con el Jockey Club.
Este proyecto tuvo dos tipos de oposiciones. Por un lado, el genuino reclamo de la comunidad que se opuso a la construcción de un shopping y comenzó a movilizarse para que el exhipódromo se convierta en espacio público. Luego de varias semanas de reclamos, la entonces diputada del socialismo María Emma Bargagna presentó un proyecto de ley con el objetivo de que la provincia expropie los terrenos del exhipódromo y se construya un parque central para la ciudadanía que vive al este de la capital provincial. El proyecto nunca fue aprobado por el resto de los legisladores de los partidos mayoritarios.

Pero detrás del Estado estaban los empresarios amigos del poder entrerriano. Según supo Cuestión de Fondo, los empresarios ligados a la obra pública del Estado provincial pretendían obtener a comodato el inmueble durante 100 años para poder disponer del terreno de forma gratuita. Para eso el Estado debía disponer del mismo.
En todo el proyecto hubo un momento en el cual el Estado pudo haber intervenido para apropiarse del importante inmueble pero no lo hizo. Cuando el Jockey Club estaba en quiebra, el Estado pudo haber invertido para hacerse del terreno y proyectar lo que quisiera. Al llegar el Jockey Club a un acuerdo con Libertad -a través de Luti Álvarez- el Estado perdió esa chance y el club pudo mudarse a un hipódromo en la ciudad de Oro Verde.
El convenio entre los empresarios y el club incluía que los privados debían hacerse cargo de la deuda del Jockey y llevar a cabo las obras de infraestructura (calle, cloacas, etc.) del predio. Es decir, las calles que atraviesan lo que supo ser el hipódromo capitalino fue parte de la inversión que realizó el Grupo Libertad, que hasta el momento entre la deuda del Jockey y la infraestructura lleva invertido alrededor de US$ 4.500.000. Dentro de la erogación empresaria, estuvo la donación de los terrenos para las calles y la plaza Mujeres Entrerrianas según lo establecido en el Código Urbano.
La pregunta del millón es ¿cómo es que una empresa multinacional invierte ese dinero y anuncia la realización de una obra para luego no hacer nada?
¿Quiénes tienen terrenos en el exhipódromo?
Como hemos dicho, la empresa Libertad es la que más inversión realizó en el emprendimiento. Se quedó con la manzana 23 (actualmente limitada por un alambrado). Allí la idea original era hacer un shopping cerrado, pero tras la queja de la ciudadanía y los límites gubernamentales el proyecto mutó hacia un paseo que vincula lo abierto con lo cerrado. Este nuevo proyecto tuvo un revés del intendente Sergio Varisco, quien a principios de este año rechazó el proyecto urbano presentado por el grupo empresario. Libertad pidió una revisión a esa decisión, aunque todo hace preveer que la solución -si llega- arribará recién después del 10 de diciembre cuando Varisco abandone el palacio municipal.

Los empresarios aducen que la obra no avanzó porque "la frenaron" desde el Poder Ejecutivo Municipal. Primero, Blanca Osuna que demoró 3 años el acto en el cual se recibe la obra de infraestructura. Después, la gestión Varisco que -según los empresarios- coqueteó con la expropiación, al menos desde los anuncios.
Por su parte, Luti Álvarez también obtuvo parcelas del terreno a cambio de su inversión y gestión. Pero no fueron los únicos empresarios que poseen terrenos en el exhipódromo. Miguel Marizza, Marcelo y Claudio Tórtul compraron a penas pudieron distintos terrenos en el predio para hacer un emprendimiento inmobiliario importante. Sergio Lifschitz, los dueños de Haimovich, la Caja de Ingenieros, entre otros, son los que fueron comprando terrenos en el exhipódromo.
¿Qué va a pasar en el corto plazo?
Los inversores más chicos estuvieron todo este tiempo a la espera de que Libertad ponga la primera piedra y comience la obra del paseo. Sin embargo, por las vicicitudes señaladas por los empresarios franceses, la mega obra no ha comenzado y sólo se limitó a mantener el terreno. Entonces, ahora algunos inversores locales cambiaron la lógica y comenzarán a desarrollar sus proyectos a pesar de que Libertad no ha tomado una misma decisión.
En ese sentido, para la segunda quincena de octubre piensan ya inaugurar un complejo deportivo llamado La Masía -emulando la academia del Fútbol Club Barcelona- donde habrá canchas de fútbol 8 y fútbol 5. Se comienza a construir en los próximos días y contará con un césped sintético avalado por la FIFA.

Pero también comenzarán las obras de una sede del Banco Nación, que será la primera sucursal fuera del centro con el objetivo de dotar de servicios el predio para que en un futuro todo pueda hacerse sin llegar al centro. A tal punto que ya hubo otras entidades bancarias que se mostraron interesadas en invertir ahí.
A mediano plazo y hasta el momento de manera informal se supo que frente a la Plaza Mujeres Entrerrianas (del lado de calle Artigas) se comenzará a trabajar en una serie de comercios que tendrán en su segundo piso un polo gastronómico.