
"Todos estábamos un poco relajados y nos complicó el tema de las reuniones sociales y familiares", analizó el intendente Zanandrea.
El intendente de Santa Ana, Rogelio Zanandrea, se refirió a la situación en la localidad tras los casos de contagios de Covid-19 que se dieron en las últimas semanas.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Zanandrea aseveró que “en este momento la situación es de contagio por conglomerado, y todo surgió por un caso positivo cuyo nexo epidemiológico está en estudio –es decir que no se sabe cuál fue el caso cero- pero con antecedentes de viaje al Área Metropolitana de Buenos Aires por actividades propias de nuestra zona, ya que el 80% de nuestra actividad económica pasa por la citricultura y tenemos mucha vinculación y comercio con la ciudad de Buenos Aires”.
Especificó que “si bien en la primer etapa de esta cuarentena eterna, que lleva casi 100 días, la gente de los puestos, los consignatarios y los que están en la venta no estaban viniendo a la localidad, en el último tiempo se había relajado un poco porque en Entre Ríos se habían comenzado a habilitar caminatas y reuniones sociales –que es lo que más complicó- y al aparecer teniendo un caso se produce el contagio de dos o tres familias casi completas que son los 22 casos que tenemos hoy”.
Apuntó que “los pacientes son todos de un grupo etario joven, menores de 40 años, y con sintomatología leve, todos pasaron la enfermedad como si fuera una gripe, y están bien de salud”.
Sostuvo que todos los pacientes con Covid “están aislados” en la localidad y explicitó que “el nodo epidemiológico de la zona está concentrado en el hospital zonal “Santa Rosa” de Chajarí, y como Santa Ana está al final del corredor de la ruta 2, pegado a Salto Grande, después no hay más localidades”.
Describió que “Santa Ana se divide en dos, tiene una planta urbana pequeña de aproximadamente 1.500 habitantes pero además se llega a unos 3.300 con el ejido rural”. “Hay que tener en cuenta que Santa Ana tiene una realidad geográfica muy particular por lo que fue el llenado del Embalse de Salto Grande donde el 60% de la población vieja quedó bajo el agua y fue relocalizado aguas arriba y si bien durante muchos años sufrimos tremendamente el aislamiento por lo que mucha gente se fue de la localidad, hoy el turismo nos dio otra oportunidad y tenemos un lugar privilegiado por cuenta con muchísima seguridad porque tiene una sola entrada u y una sola salida”, resaltó.
Consultado por los controles de ingreso, el intendente comentó que “desde el inicio de la pandemia, el 19 de marzo, teníamos un control conjunto con Chajarí y Villa del Rosario porque la puerta de entrada a las tres localidades es por Avenida Doctor Casillas donde se hacían todos los controles y hay túneles de desinfección, y en Santa Ana y Villa del Rosario había controles un poco más laxos donde sólo se preguntaba a la gente de donde venía”. No obstante, aclaró que “desde el lunes, ante los casos que se confirmaron, hay un retén permanente y estricto las 24 horas en la entrada de Santa Ana y tratamos de que la gente de Santa Ana no se mueva”.
“Es como que volvimos a la primera etapa, suspendimos todas las actividades autorizadas tanto recreativas como sociales, y solo quedaron abiertos en un horario muy acotado los comercios esenciales como supermercados y farmacias y tratamos de que la gente no salga de Santa Ana para evitar la circulación, porque si no nos movemos, el virus no se mueve. La idea de hoy es quedarnos en casa hasta poder terminar con todos los hisopados que tenemos y poder cortar esta cadena de contagios”, confirmó.
Asimismo, apuntó que “en la localidad hay cinco loteos con más de 247 viviendas donde la mayoría de los propietarios no viven en la localidad de forma habitual, por lo cual aquellas personas que acreditan ser propietarios y tener domicilio en la localidad pueden ingresar pero no se pueden mover más, al menos por 14 días”.
“Se está tratando de que nadie se mueva, y para eso hay un grupo de voluntarios que hacen las compras tipo delivery a los vecinos y desde el lunes hasta hoy hemos notado que la gente no se mueve, un poco porque es obediente y solidaria pero además porque esto genera temor. Por lo que vemos, en dos o tres días vamos a poder cortar esa cadena”, contó Zanandrea.
En cuanto a la economía local, el intendente señaló que “el 80% de la actividad económica es la citricultura con más de 200 productores en la zona rural, 40 galpones de empaque con mucho valor agregado, y eso hace que lleve muchísima mano de obra; en la localidad y la zona no hay desocupación por la mano de obra privada, y la alternativa o plan B siempre es el turismo, y este año tuvimos suerte porque la temporada fuerte es el verano y por suerte toda la cuarentena arrancó cuando ya había terminado”.
De todos modos, admitió que “se resiente porque si bien no hay grandes hoteles hay muchas hosterías y complejos de cabañas y bungalows, que durante todo el año los fines de semana largo o cuando hay eventos especiales se apunta al turismo, y todo eso hoy está parado”.
“También hay muchos eventos especiales que se vienen realizando para potenciar el turismo en temporada baja, mientras no tengamos termas en Santa Ana –que es uno de los proyectos a futuro- hay mucha gente que viene por las termas de Federación o Chajarí y toda esa parte se ha visto resentida por el aislamiento”, agregó.
Por último, descartó que hubiera problemas en relación a la práctica de las bochas y explicó que “el Club Santa Ana arranca con el fútbol como actividad principal y con bochas, y cuando se habilitaron las reuniones familiares nos enteramos que se terminaban convirtiendo en reuniones sociales y es muy difícil de controlar, pero no nos consta en la Municipalidad que las bochas estuvieran habilitadas en el club”.
“Si bien todos estábamos un poco relajados, no creo que haya sido motivo de contagio, a nosotros nos complicó más el tema de las reuniones porque puntualmente cuando nos enteramos que hubo reuniones sociales o familiares y hoy son las familias que están contagiadas”, concluyó.