
Darío Martínez será el nuevo secretario de Energía.
El gobierno le pidió la renuncia a Sergio Lanziani y designará como nuevo secretario de Energía al diputado neuquino Darío Martínez, informaron fuentes oficiales. El área dejará de depender del Ministerio de Desarrollo Productivo y reportará ahora a Economía, confirmaron desde el Palacio de Hacienda.
Lanziani, un misionero especializado en energía atómica, nunca hizo pie en la Secretaría de Energía y no participaba de las decisiones fuertes, que estaban en manos del ministro Matías Kulfas. Su salida del gobierno no era ningún secreto.
Martínez, diputado por Neuquén, es cercano a La Cámpora, aunque no un “orgánico”, indicaron a TN.com.ar desde despachos oficiales.
El ahora legislador preside la Comisión de Energía del Diputados de la Nación y tiene “muy buena relación con Alberto Fernández y todos los otros sectores que componen el Frente de Todos”, indicaron en el gobierno.
En esa posición, el diputado con mandato hasta 2023 había sido miembro informante cuando el gobierno recién asumido envió al Congreso el proyecto de ley de Emergencia Económica.
En Neuquén, no es casualidad, se encuentra la mayor parte del megayacimiento de petróleo y gas no convencional Vaca Muerta.
Los nueve meses de Lanziani al frente de la Secretaría de Energía estuvieron repletos de conflictos internos. El ahora ex funcionario no tomaba las decisiones y prácticamente no participaba de las reuniones que Kulfas mantenía de forma cotidiana con las empresas del mundo energético.
Eso motivó que el área energética se compartimentara y asumieran papeles más notorios otros funcionarios, como el titular del Enargas Federico Bernal. Bernal, cercano a Cristina Kirchner, impulsó una serie de denuncias penales contra el exministro Juan José Aranguren y otros funcionarios macristas y también recomendó revisar los aumentos tarifarios de los últimos años.
Martínez, que reportará a Guzmán, tendrá que coordinar una dependencia estratégica, no solo por Vaca Muerta y los yacimientos convencionales, sino también por las inversiones necesarias para mantener la red eléctrica y de gas natural.
Tanto Kulfas como Guzmán son conscientes de que no pueden mantener de manera indefinida el congelamiento de las tarifas de los servicios públicos, porque implicará mayores subsidios desde el Estado hacia las empresas, en momentos en que el déficit fiscal crece.