
El Presidente recibió en Casa Rosada a los padres de Fernando Báez Sosa.
El presidente Alberto Fernández recibió este jueves, en su despacho de la Casa Rosada, a Silvio Báez y Graciela Sosa, el padre y la madre de Fernando Báez Sosa, el joven de 18 años que fue asesinado hace casi un año a la salida de un boliche de Villa Gesell.
Del encuentro también participaron el legislador Leandro Santoro y el miembro del Observatorio de Víctimas del Delito y sobreviviente de la Masacre de Flores, Matías Bagnato.
El próximo lunes 18 de enero se cumple un año del crimen de Fernando, hecho por el cual hay ocho detenidos y un juicio en puerta. Para rendirle homenaje, familiares y amigos organizaron una colecta solidaria de útiles escolares y alimentos no perecederos. La cita es el 17 de enero de 10 a 19 horas en el Parque Rivadavia, en el barrio porteño de Caballito.
“Vamos a estar ahí todo el día recibiendo lo que se acerquen a traer. Lo recaudado será destinado a la ONG ’18 de Diciembre’ y a las obras de caridad del Colegio Marianista, que Fer tanto quería”, dijo Silvio a Infobae.
La iniciativa se dio a conocer a través de redes sociales y apunta a honrar la memoria de Fernando que, como es sabido, era un chico solidario. “A vos que diste TODO y te sacaron TODO”, dice uno de los flyers que, también invita a realizar una colecta en el resto de las provincias del país.
“No abrimos cuentas para depositar dinero. Tampoco convocamos a una marcha porque queremos evitar las concentraciones de gente”, aclaran. Además, piden desinfectar todo lo que se vaya a donar y entregar las cosas en buen estado.
“Queremos que todos lo recuerden como era él: buen hijo, buen amigo, generoso y solidario. Les agradecemos de corazón a todos por tanto apoyo y acompañamiento en el pedido de Justicia por Fer”, agregan.
La faceta solidaria de Fernando Báez Sosa es conocida. El joven de 18 años participaba del “Proyecto Servir”, un programa que funcionaba en el Colegio Marianista, y que consiste en destinar una semana del receso escolar de verano para “construir”. Así, alumnos y docentes realizan tareas de albañilería (levantan paredes, pintan y revocan) que sean necesaria en alguna entidad con fines sociales que lo requiera.
La última vez que Silvio y Graciela vieron con vida a su hijo fue el viernes 10 enero de 2020. El joven de 18 años salió del hall de su edificio -ubicado en Avenida Pueyrredón al 1800- y partió rumbo a Miramar, donde pasó casi una semana de vacaciones con sus compañeros del colegio primario y algunos del secundario.
“Aquel día llegaba temprano de mi trabajo para acompañar a mi hijo hasta la casa de un amigo para viajar. Esta es la última foto que le saqué. Quisiera retroceder el tiempo para poder volver a abrazarlo. Que injusta es la vida. Nadie se merece lo que le hicieron, lo masacraron sin piedad. Hoy imploro Justicia y perpetua. Extraño mucho a mi hijo”, escribió Graciela en su cuenta de Facebook.