In situ

No hay ¿OK?

Edición
692

Charles Parkevich

No sabría por donde comenzar con este sermón afectivo hacia los animales, unos cosos vivos de cuatro patas que muestran una cuota de lucidez inusitada para estos tiempos de inflamación de la lacra humana. El veneno que brota de las cuchillas montieleras fluye por Ciudad Paisaje, donde la fiesta empieza inevitablemente con un dedo en el culo y un grupo de rugbieres que salen de adentro de la torta para violar a tu hermana travesti, y siempre termina con un peronista en el micrófono animando la grasada, o Jorge Farinello, defensor del pobre, mediando entre los travestis y la guinda. En esta velada tan emotiva, Jorge Mi vida es una operación de prensa Bushti puede ponerse el moño de gala, el que usa las noches de combate, y decir unas palabras acerca de la marcha fructífera de la revolución chivista y la nueva pista que sigue la Policía sobre el secuestro de Fernanda y su relación con las plantas de celulosa. Lencina estudió en Finlandia, mi mamá parió un monstruo y los federales se imprimen en Uruguay. Los animales son sensibles, bichos que lo único que pueden hacer es lamentarse en un idioma incomprensible ante la horda de negros de clase media que sale de las bocacalles a comprar. Los cosos ladran y maúllan y sólo pueden ponerse a temblar de miedo frente a la quema colectiva de pólvora y las evidencias de la realidad que se avecina. Se acerca el final de los tiempos para el turismo bagre de Ciudad Paisaje.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)

Edición Impresa