Ficciones de lujo

F. P.
A días de la apertura de la sexta edición de ParanáMuestra es importante agendar unos cambios de último momento, ajenos a la producción del ciclo: las funciones programadas el miércoles 5, a las 20 y 22, se realizarán en el Nuevo Cine Teatro Rex (Monte Caseros 266).
Vicisitudes que no empañarán la primera jornada de ParanáMuestra, ya que ofrecerá tres imperdibles películas en 35 mm que han sido galardonadas en varios festivales internacionales.
A las 18, en el Teatro 3 de Febrero (25 de Junio 60), se proyectará La cuestión humana, de Nicolas Klotz (Francia, 2007), parte de una trilogía de este director sobre la situación social en Francia en general. Basada en una novela de François Emmanuel, conforma una mirada angulosa sobre “la máquina liberal”, sus consecuencias sobre las personas en tiempo presente y sus sombríos lazos con el pasado. Simon trabaja en París como psicólogo en el departamento Recursos Humanos de una corporación petroquímica. Cuando la gerencia le encarga investigar a uno de los ejecutivos de la empresa, su percepción se torna caótica y carente de lucidez. Esta experiencia afecta a su cuerpo, a su mente, a su vida personal y a su sensatez. El film participó en la Quincena de los Realizadores del Festival de Cannes 2007 y obtuvo Premio FIPRESCI en el Festival de São Paulo 2007 y premios al Mejor Actor (Mathieu Amalric) en el Festival de Gijón 2007 y en el Festival de Copenhague 2007.
A las 20.30, en el Nuevo Cine Teatro Rex (Monte Caseros 266), se verá La Rabia (Argentina, 2008). El cuarto largometraje de Albertina Carri es un film sobre la violencia. La carne, los cuerpos, la tierra; todo habla ese lenguaje. La supervivencia obliga a los padres a doblegar a la naturaleza. Los hijos, para sobrevivir, fuerzan sus recursos y su fantasía en busca de un refugio siempre endeble. Ambiciosa y elegante, radical y conscientemente provocativa, la película es una indagación sobre la violencia, allí donde el orden simbólico se deteriora y da lugar a lo arcaico con mediaciones. Demuestra una precisión narrativa admirable y de un cuidado excesivo por todos sus encuadres; su elaboración puntillosa de la banda de sonido redimensiona aquello que se ve. Obtuvo el premio Fipresci en el Festival de Transilvania 2008.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)