Contratapa

Una masa

Edición
835

Charles Parker

Hola, Canela, le habla Charles Parker de Ciudad Paisaje, y me gustaría dejar un mensaje para su producción. Es una idea, como para que usted le explique a las señoras, los estudiantes y los obesos mórbidos que miran su programa porque no llegan al control remoto. Le tiro el título: “El carisma de De Ángeles: ¿una ficción del periodismo fascista o un problema de debilidad mental de la sociedad argentina?”. Si le parece muy largo para la placa que tiene que poner en la tele, como para que pegue, lo puede dejar así: “Alfredo De Ángeles: ¿Ficción nazi o imbecilidad carismática?”. Le sugiero que hable de este fenómeno, porque acá los negros no entienden un ojete de lo que pasa. Es una cosa de no creer el carisma que tienen ahora los brutos. Y no es que cualquier estólido puede hacer delirar a las masas argentinas: yo el otro día quería ganar más plata por la publicidad oficial, así que me saqué las ortodoncias y me fui a cortar la avenida Fernández Meijide con los cronistas de fútbol. Agarré y me puse a gritar “¡Minga!”, “¡Minga!”, “¡Minga de rodillas!”. Me sacaron a las patadas, Canela, le juro, y no vino un puto periodista. Y eso que la gente que me acompañaba no podía decir tres palabras seguidas, y que yo una vez devolví una billetera llena de Federales que me encontré en un baño público de la terminal de Santiago del Estero, cuando seguía la pista de los mensajes anónimos para encontrar a Fernanda. Hablando del tema, ¿para cuándo la pena de muerte para los hijos de paraguayos en la República de Entre Ríos? ¿Para cuándo la silla eléctrica para los que rayan las puertas de los baños en la terminal y desorientan a la Policía? El tema da para mucho, Canela: el fenómeno de la solidaridad con los ricos que no pueden ganar más plata y la necesidad urgente de un genocidio de pobres generan consenso en esta sociedad. ¡Muerte! ¡Minga! ¡Ceaucescu! ¡Negros de mierda! ¡Conchuda! ¡Stalin! ¡Tensión! ¡Crisis! ¡Piquetes! ¡Droga! ¡Papeleras! ¡Desabastecimiento! ¡Muerte! ¡Minga! ¡Más muerte! ¡Más minga! Un programa para que delire la audiencia, Canela, le juro.

(La nota se publica completa en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)

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