Los necios no tienen premio

Hugo Remedi
Hasta que explotaron las urnas todos negaban 2011 como tema prioritario de la agenda política. El escrutinio modificó sustancialmente el escenario; los ganadores ya se pusieron traje nuevo y los derrotados buscan traidores. Mientras la Presidenta Cristina descabezaba medio gabinete minutos después de decir que todo estaba perfecto, Sergio Urribarri abrió la agenda, pasó lista a los intendentes peronistas y les aclaró que seguirá gobernando a tono con las ambiciones del kirchnerismo. Por ahora, el mandatario no concreta en hechos los despidos que anuncia por los medios: faltan relevos que garanticen calidad de gestión. Tamizada el área de Salud se conjeturan fuertes cambios en Acción Social y en algún organismo descentralizado. Los conflictos se replegaron a la espera de que pase la gripe A y en recientes definiciones el gobernador dejó bien en claro, al ratificar el rumbo de su gestión de gobierno, que el destino de nuestra provincia estará de cara el futuro absolutamente ligado a la suerte de la escudería K. Entre Ríos eligió cambiar de viaje, pero al final la subieron al mismo vuelo.
“El 2011 está lejos hoy, hay que pensar en los problemas de la gente”, se esmeraron en asegurar a cada momento todos quienes conforman el pelaje político vernáculo desalentando con aquella sentencia recurrente un objetivo de otro tiempo. ¡Menos mal!
Por suerte, la Presidenta de la Nación redujo su proverbial soberbia, giró su cabeza y puso su oreja en dirección al 65 por ciento de los argentinos que hace 10 días repudiaron su modo de gobernar…
Por fortuna, el resultado eleccionario llamó a la reflexión y el oficialismo entrerriano, fundamentalmente, se ha convocado en forma prudente para superar los groseros enfrentamientos de la interna.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)