Asquerosa alegría

Charles Parker
La vida es bella cuando uno vive dentro de un frasco de alcohol en gel, y más si uno es votante de un corredor de autos con problemas de dicción, aunque no justamente Sergio Marisco. Yo uso el gel como alimento sólido y para peinarme la trenza doble, porque esta noche tengo una picada íntima con Santiago Gaitán, el gurú mundial de los derechos rumanos: quiero que me explique qué mierda es lo que está sucediendo en la provincia. “Hay quienes tiran vidrios en la arena, pero hay quienes se agachan a recogerlos”, le dijo Gaitán el otro día a Manuel Zelaya, mientras pedía fresco y batata para todos. Así es, una cita de Narosky y un postre criollo para los cráneos del mundo, porque la política no está reñida con la buena vida, aunque parece que es difícil hacer amigos fieles en este negocio. “Acá tenés que andar con calzón de lata”, dijo Gaitán cuando llegó el café, ya en un tono confidencial, desinhibido por el consumo de gel.
(El texto completo se publica en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)