Una experiencia pionera en el país cumple un cuarto de siglo

Festejos y mirada hacia el futuro

Edición
867

Claudio Cañete

Las sociedades modernas tienden a ubicar la figura del adulto mayor como un individuo con fecha de vencimiento que no encaja en el sistema productivo y por ende queda descartado, marginado si se quiere. El estereotipo instalado del abuelo que queda en un rincón de la familia es muy fuerte, al igual que el otro, el del jubilado pasivo que sólo gasta el último tramo de su vida en remedios, quejas, largas colas y entretenimientos secundarios. Sin embargo, quienes hacen algo por el adulto mayor creen que es poseedor de una potencialidad que todavía en su contexto de situación puede proporcionar aportes al medio donde vive.

El Departamento de la Mediana y Tercera Edad, de la Facultad de Ciencias de la Educación (UNER), se creó en 1984 por iniciativa de la profesora Yolanda Darrieux de Nux. La idea estuvo inspirada en experiencias europeas similares, especialmente en la del profesor Pierre Vellas, que organizó la primera Universidad de la Tercera Edad en la Universidad de Ciencias Sociales de Toulouse, Francia. Desde sus comienzos el propósito de este espacio fue atender las necesidades educativas y culturales de la población mayor de 35 años y sin límite de edad, razón por la cual ha sido declarado de interés cultural y educativo por el Congreso de la Nación.

Desde entonces, bajo ese objetivo primigenio, este espacio que se encuadra en el área de Extensión Universitaria de la Facultad, viene realizando una tarea de revertir el concepto de vejez, de saltar los estereotipos anteriormente descriptos, para pasar a otro de mayor apertura.

Actualmente el Departamento de la Mediana y Tercera Edad está conducido por un Equipo de Gestión integrado por las coordinadoras, la licenciada Aurora Ruiú, la profesora Charo Montiel, la licenciada Valeria Olivetti y el licenciado Eugenio Montenegro. “El concepto de vejez es una construcción social, como el del adolescente, más bien es social y cultural. Nosotros trabajamos para que ese concepto de vejez se redimensione y muestre a un adulto mayor con posibilidades de volcar su saber que ya no está en acción porque ha sido marginado del ámbito productivo”, explicó la licenciada Aurora Ruiú en diálogo con ANALISIS.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana.

Edición Impresa