Del aula a Tribunales

Gisela Romero
Facebook se convirtió en el lugar virtual de encuentro de miles de adolescentes, que a diario publican fotografías e intercambian comentarios, a veces descalificantes. Justamente es lo que sucedió con la menor talense que en marzo, en su segundo día de clases, se burló de uno de sus profesores del Colegio de Nivel Medio y Superior Doctor Julio Osola, subiendo a la red social una imagen que lo mostraba dando clases y pronunciando frases que nunca había dicho. Pero esto no fue todo. En su muro también cargó contra sus nuevos compañeros de curso, y como venía de una institución privada aseguró que ahora se iba “juntar con el gronchaje”.
Fuentes educativas informaron a este semanario que las dos situaciones desencadenaron un conflicto al interior del establecimiento, por lo que el Consejo Escolar de Disciplina dispuso el 19 de marzo el pase de la chica a otro colegio.
Sin embargo, Carmen Elizabeth Marani, la madre de la adolescente de 15 años, no se quedó de brazos cruzados. De inmediato interpuso un recurso de amparo contra la rectora, María Elena García; la vicerrectora, Silvia Celia Echave, y los miembros del consejo, para que dieran marcha atrás con la medida disciplinaria, a la que consideró “arbitraria y desproporcionada”, y su hija continuara siendo alumna regular. Ante esta situación, el colegio rechazó la demanda, respondió que “la alumna faltó el respeto a las normas de convivencia y se le otorgó el derecho de defensa”, lo que fue negado por su progenitora, y que la sanción fue acordada por unanimidad. El 10 de mayo la Sala de Procedimientos Constitucionales y Penal del Superior Tribunal de Justicia (STJ) falló a favor de la mujer, porque el Consejo de Disciplina aplicó directamente la pena, cuando el Acuerdo Escolar de Convivencia sólo permite hacerlo luego de la reiteración de una transgresión muy grave, y porque no le permitieron ejercer el derecho de defensa a la joven. Y revocando una sentencia anterior que había dado la razón a las autoridades educativas, declaró “la nulidad de todo el procedimiento sancionatorio”. La notificación del STJ llegó en las últimas 72 horas.
“Ésta es una decisión de la Justicia. No puedo cuestionar un fallo, sino acatarlo”, se limitó a manifestar la rectora del colegio a este medio. De esta forma, la menor seguirá formando parte de la matrícula del establecimiento, algo que buscó su madre al judicializar el hecho, por considerar que con la pena que le aplicaron a su hija, aun cuando había otras tres compañeras involucradas en el caso, “no se ha respetado lo establecido en el Acuerdo Escolar de Convivencia y se han violado los principios y objetivos básicos de la Ley Nacional de Educación Nº 26.206, de la Ley de Protección integral de Niños, Niñas y Adolescentes y la Resolución Nº 1692/95 del Consejo General de Educación”. Y lo hará a pesar del malestar que sigue habiendo entre los compañeros, quienes se sintieron dolidos por los conceptos agresivos que tuvo para con ellos, según confiaron distintas fuentes vinculadas con el caso.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)