Violencia de género y una Justicia que desprotege

F.M.
Es un caso de violencia de género que esconde un interés económico y que deja a un juez en el peor de los escenarios. El drama transcurrió en Gualeguay y tiene por protagonista a una señora que padece un trastorno y que fue víctima durante mucho tiempo de un hombre violento. Carla Delmonte, hija del matrimonio, fue quien tomó el toro por las astas y terminó acudiendo a la Justicia, luego de varios años de hostigamiento que ella misma padeció. Hace 10 años decidió volverse de Buenos Aires, donde se había radicado para estudiar. Desde ese momento, el padre le hizo la vida imposible.
Lo cierto es que Carla denunció a su padre, Silvio José María Delmonte, por el maltrato que recibía su madre en claros episodios de intimidación verbal y psicológica que se repetían con frecuencia. En la petición ante los tribunales, la denuncia narra los permanentes empujones y zamarreos por parte del hombre. La débil salud de la mujer hizo que su marido asumiera la administración de la casa, lo que generó un problema con Carla, quien tiene una hermana que padece la misma enfermedad que la madre.
El hombre – según la denuncia - no se hizo nunca cargo de las necesidades de la mujer que, por su situación, debía tener una atención especial. Carla relató que su madre vivió muy mal durante mucho tiempo, pero que “el sometimiento” de su padre hizo imposible que tomara antes la decisión de ir a la Justicia. Un episodio muestra el tenor de la relación entre víctima y victimario: un día, la mujer intentó escaparse de su casa debido a las agresiones recibidas, pero la huida no fue exitosa, lo que generó una profundización del hostigamiento y el maltrato. Los padres estaban separados desde 2006. Carla decidió denunciar la violencia pero no consiguió en los tribunales una protección judicial, pese a la pila de estudios interdisciplinarios que dieron cuenta del estado de situación.
(Más información en la edición gráfica número 994 de ANALISIS del 10 de octubre de 2013)