Hugo Righelato: causa por corrupción, detención y preso en la UP1

La caída del hombre sin control

Edición
1049

D.E.

Hugo Righelato nunca pensó que iba a transitar sus días por la cárcel. Seguramente lo traicionó esa impunidad de movimientos que lo caracterizaba y con lo que venía jugueteando desde el último gobierno de Jorge Busti, cuando llegó a la cúpula de Obras Sanitarias de la provincia.

Pese a la viveza criolla que siempre lo caracterizó, no se dio cuenta que desde hora temprana de ese martes 11 de octubre lo estaban siguiendo, en dos vehículos, cuatro policías de Investigaciones de la Policía de Entre Ríos, por orden de la justicia, en el marco de la causa judicial iniciada de oficio tras la denuncia de la revista ANÁLISIS, en la edición anterior.

Los fiscales Francisco Ramírez Montrull e Ignacio Aramberry habían ordenado una serie de allanamientos en domicilios de Oro Verde, Aldea Brasilera y Paraná -lugares donde, tal como se denunciara periodísticamente- funcionaban las pequeñas empresas de amigos de Righelato y donde disponían de maquinarias y vehículos del organismo provincial e incluso cumplían funciones laborales empleados de la OSER, pagados por el Estado provincial, pero realizando tareas con beneficio directo para los supuestos empresarios, en sociedad con el ahora presidiario de la Unidad Penal de esta capital.

Ese día, Righelato hizo varios movimientos por la ciudad y en horas de la noche llegó a la vivienda de calle Fraternidad. Al parecer miró el partido Argentina-Paraguay y poco después de las 22 estacionó el vehículo en una posición que sorprendió a los policías y comenzó a cargar documentación.

(Más información en la edición gráfica número 1049 de ANALISIS del 20 de octubre de 2016)

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